Lo cierto es que no he visto The Interview, pero todo lo que rodea a esa película me parece curioso. A Seth Rogen le dió por hacer una película en la que se burlan del líder norcoreano Kim Jong-un. Había un miedo creciente de que por sacar esta película se podría desatar una temible guerra nuclear entre dos de las mayores potencias mundiales, lo cual habría sido probablemente la causa más curiosa del inicio de una guerra. Sin embargo, Chaplin se lanzó contra el dictador más peligroso del siglo XX, que por aquel entonces ya estaba en guerra con Inglaterra y Francia, y se burló completamente de él.

La historia sigue a dos protagonistas: Adolf Hynkel y un barbero judío (ambos interpretados por Charles Chaplin). Adolf Hynkel es el dictador de Tomania, una nación ficticia, que quiere conquistar la también ficticía Osterlich y busca las maneras de conseguir financiación a través de represión o benevolencia con el pueblo judío y pactos con otros dictadores. Mientras tanto, el barbero sale después de 20 años de un hospital con amnesia, creyendo que solo han pasado unas pocas semanas desde un accidente de avión que sufrió en el último día de la Primera Guerra Mundial. Vuelve a su barbería situada en el gueto, ajeno a todo lo que ha pasado en este tiempo.

En defensa de esta película diré que hay gente que crítica el hecho de que Chaplin hiciese esta crítica contra el dictador, pero luego se callase con los bombardeos a Hiroshima y Nagasaki. Y aunque es cierto que la población japonesa sufrió mucho, parece que nos estamos olvidando que la persona de la que nos reímos en esta película es nada y nada menos el que tenía pensado exterminar a una etnia entera solo por sus creencias. No pretendo con esto justificar los bombardeos, pero creo que hay unas críticas que merecen más el tiempo que otras.

En cuanto a la película, lo cierto es que es raro ver una película de Chaplin oyendo a los personajes hablando. Sin embargo, esto no es un punto negativo, de hecho, me gusta bastante. En general la película es una gran mofa hacia Hitler y funciona bastante bien, en ocasiones recurre al humor típico de Chaplin para hacer escenas cómicas y en otras a la pura sátira contra los dictadores.

No sorprendo a nadie si dijera que Chaplin es una de las grandes mentes del cine. Su trabajo en esta película es impecable, a su humor típico de acciones que usa en las películas le añade ahora juegos con las voces (bastante graciosos los momentos en los que se inventan tanto el alemán como el italiano como parodia) y un humor con sátira social que le sienta muy bien a la película en general. Todo acaba con un mensaje precioso en el que da esperanza a los judíos y a todos los que se encuentran bajo el yugo dictatorial.