El lado oscuro de los superhéroes es un tema que apenas se han atrevido a tocar en el cine. Venom es el único caso que recuerdo y en su último film parecía más un héroe que un villano. Existe la interesante teoría de que cada héroe tiene otra cara, una que no se revela con frecuencia. Si Venom resultaba ser la parte oscura de Spiderman como reflejó en su día Spiderman 3 (2007), ¿Por qué no podemos pensar que El hijo es la parte oscura de Superman? Es cierto que mi idea es solo eso, una idea aunque tiene sus fundamentos. Principalmente por tener tantas semejanzas con el personaje del hombre de acero. Pasando por los poderes y habilidades nos encontramos con el parecido de la historia. En lugar de poner al kryptoniano colocamos a un tal Brandon de 12 años de edad que empieza a descubrir su sorprendente fuerza y demás cualidades. Sin embargo en vez de usar su poder para hacer el bien como Clark Kent comienza una sanguinaria cacería hacia algunas de las personas que habitan el pueblo.
La película enlaza muy bien el género de superhéroes con el de terror. Y nos da como convincente resultado El hijo.
El film utiliza de un modo muy eficaz todo su conjunto, el cual lo componen la trama, argumento y personajes.
La cinta pasa deprisa de lo entretenida que resulta verla. Y en 90 minutos logra desarrollar todo lo esencial. Los personajes son bien profundizados en la medida de lo posible. Las escenas de terror son de alta tensión y producen mal rollo al espectador con imágenes y sonidos que lo mantendrán alerta. Una de las cosas buenas es que los aterradores sucesos no tardan en darse. Algunas secuencias son bizarras y claro estas pueden ser algo desagradables a la hora de verlas. No son muchas, pero que sepáis los que pensáis llevar a vuestros hijos a ver esta película que tiene un nivel de sangre por encima de la media. El desenlace me ha gustado porque deja la puerta abierta a una secuela. Ojalá dicha segunda parte se hiciera y con más personajes terroríficamente poderosos. Toda saga tiene un inicio y si ya han dado ese primer paso que era el bocinazo de salida quien sabe.
El hijo es un metraje sumamente entretenido y logra que los espectadores temamos a un niño de 12 años. Recomendada para pasar una hora y media de miedo y tensión.