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Voto de Franz Beckenbauer:
6
Terror. Fantástico Will Randall es un ejecutivo de mediana edad, un tanto apocado, que trabaja en una importante editorial. Conduciendo su coche, en una noche de luna llena, se ve obligado a pararse a causa de la nieve. Al bajarse del vehículo, un lobo le muerde una mano. Pronto empieza a notar extrañas transformaciones en su cuerpo coincidiendo con las fases de luna llena. (FILMAFFINITY)
16 de abril de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
No me esperaba gran cosa de este filme noventero, pero debo decir que me ha gustado más de lo que imaginaba. En ocasiones suelo subestimar películas como esta, que luego las veo y me hacen tragarme mis palabras con patatas. Aunque parezca extraño, me gusta siempre que eso pasa. Cuantos como yo habrá que cometen ese mismo error cada vez que vean algo que creen que no está a la altura y después pasa lo que pasa. En fin, después de esta introducción reflexiva voy al lío. Desde que era un crío los hombres lobo me han fascinado, pues siempre han sido mis monstruos preferidos del cine. De hecho tengo hasta un libro que habla prácticamente de todo acerca del mito del licántropo. Son criaturas que no han dejado de llamar mi atención porque realmente me apasiona todo acerca de ellas. Ya había expresado mi interés en otras críticas sobre producciones de estas oscuras bestias. Me he visto unas pocas a decir verdad, de las cuales mis 2 predilectas son Aullidos y Dog Soldiers. Esta cinta llamada Lobo no se puede comparar con ninguna de las 2 que he nombrado, pues ambas están en otro nivel. No obstante, la película que nos ocupa tiene cosillas peculiares que se alejan de lo que siempre se ve con respecto al subgénero. No hay transformaciones ni de humanos en lobos ni viceversa. El cambio que experimenta el que ha sido mordido por un lobo, que en este caso es el protagonista interpretado por Jack Nicholson, no tiene grandes cambios a nivel físico, lo único que varía es el color de sus ojos, los cuales se vuelven amarillos, siendo este el cambio más notorio, le salen patillas y sus colmillos crecen. Por lo demás se trata de un humano corriente, con todos sus sentidos mejorados eso sí. La historia de la película no es muy llamativa que digamos, un hombre que es ninguneado en su vida personal y profesional cambia hasta hacerse con el control total de todo, pero ese cambio resulta ser más extraño del que parecía en un principio. No se puede decir que el metraje se enfoque en el terror cuando en muy pocos momentos, por no decir ninguno, se ven escenas de dicho género. Aclarar que este es un filme de amor con hombres lobo. Por lo tanto si pensáis que viendo esta película pasaréis miedo estáis muy equivocados. Olvidaos del terror en esta ocasión. La banda sonora funciona muy bien, los actores saben interpretar bien a sus personajes y hay una secuencia que me encantó, porque está muy bien realizada. El guion permite que haya cierto desarrollo y profundidad en varios de los personajes, lo que se agradece por el mero hecho de mostrarlos como verdaderas personas con sus defectos, problemas e historias personales. Ahí desde luego el film da en el clavo. Sin embargo, no puedo ocultar lo mucho que me encanta ver esos monstruos peludos de arriba abajo con esas garras enormes y afiladas y esas cabezas monstruosas con hocico y grandes orejas. Por ello no considero este producto como uno de los mejores de licantropía. No deja de ser una propuesta llamativa, pero de ahí no pasa.
Franz Beckenbauer
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