Escrita por Patty Jenkins y Geoff Johns, este último uno que supuestamente sí sabe de qué habla cuando se trata de personajes DC…
Quería creer que después de una sencillita “Wonder Woman” (2017), Patty Jenkkns nos traería un mayor desarrollo del personaje y su relación con el mundo, que nos mostraría de qué modo Diana Prince ha lidiado con ese karma propio de todo superhéroe que reza “todo poder conlleva una gran responsabilidad”. Imaginaba que, tras el anuncio de una ambientación ochentosa, iríamos de la tragedia de la Primera Guerra a otras tragedias (aunque no me imaginaba cual… ¿Cindy Lauper, tal vez?, ¿el apogeo de la Guerra Fría?), donde la Wonder afianzaría su relación con la “justicia”, consolidando el uso de sus poderes y su abnegado interés por mantener y velar por la paz y el amor en el planeta.
Bueno, no.

Ahora mismo diré, a falta de las cosas buenas, las que al menos no están mal en “Wonder Woman 1984“:

Creía que iba a estar atiborrada de chistes estúpidos del estilo “Thor Ragnarok” (2017) o similar y no. Por suerte no. Hay humor, sí, pero no está mal. Lo mismo que el feminismo guerrillero que tanto temía (e incluso alguien denunció haber notado), me retracto: no hay nada de eso.
Y cansado estoy de decir, oír, leer que Hans Zimmer está increíble. Cuando lo destacable de una película es el compositor, entonces mala señal.

Y eso es todo lo bueno para decir.

Luego, el guión es un dislate aunque por momentos no lo parece porque han puesto ahí a actores y actrices de la talla de Kristen Wiig o Pedro Pascal que a pesar de TODO, convierten el polvo en un jugo Tang de naranja que más o menos se va tragando.

Las escenas de acción son en general muy confusas y en planos cerrados donde lo que ocurre queda más a cargo de la imaginación de quien la ve que en la labor de la Jenkins (o de yo qué sé quien se haya encargado de ello).
Tampoco es que sea imprescindible que las escenas de acción sean geniales cuando el guión es tan malo y para muestra de ello tenemos la reciente “Birds of Prey: And the Fantabulous Emancipation of One Harley Quinn” (2020), que en materia de acción es estupenda, lo mismo que en guión horrible, pero es que al final del día, cuando quieres pensar en lo bueno de WW84, no queda nada.

Iba a hacer algo de spoilers, pero yo creo que el mayor spoiler de esta película es revelar que es mala.

A modo de reflexión, creo que DC está en un irreparable estado crítico desde “Man of Steel” (2013) hasta nuestros días, o sea desde que quiso nacer y no pudo.
Una vez más he vuelto a escuchar y leer de ciertos opinadores “DC otra vez haciendo películas como Marvel”, queriendo decir con Marvel que es infantil, superflua ó incluso mala. Pero lo cierto es que si a DC le falta mucha sopa para entender qué es una película Marvel, a esos ciertos opinadores mucha más. De toda esa filmografía pretensiosamente denominada DCEU, la única con verdadera vocación Marvel es “Aquaman” (2018). Luego, la traumática locura de Snyder que no ha conducido a nada (y sigue produciendo cráteres insalvables), anuncios como el concepto flashpoint para The Flash (¿2022?) donde según trascendidos intentan traer al live action un batiburrillo de ocurrencias que a priori y viniendo de quien vienen causan estupor, la hiperanunciada-y-no-pasa-nada “Black Adam”, la televisiva “Shazam!” que tendrá una segunda parte que probablemente ya nadie quiera ver, no están a la altura de Marvel. Ojalá fueran películas infantiles, puesto que no es ningún pecado que lo sean, sino que son películas pésimas. De mala ejecución, de guiones vagos y concreciones chapuceras como esta WW84, a la que le casco un 2.