Tras Leaving Las Vegas, indudablemente el mejor trabajo de Nicolas Cage. A destacar tambien la señora Flynn Boyle, tan creíble como seductora, y un Dennis Hopper más comedido que de costumbre, y al que se le nota a gusto en el papel. Sobre el inmenso parecido entre esta peli y la del señor Stone, tan sólo diré que si antes el Oliver no era precisamente santo de mi devoción, ahora aún lo es mucho menos.
Rodada con buen ritmo, carece de momentos anodinos o aburridos y el hecho de que toda la historia suceda en un sólo día, aún aumenta el interés por una trama bien pergeñada, que desde el primer instante comienza a desarrollarse sin fisuras y sin necesidad de alardes como efectos especiales o violencia desmedida.
Muy recomendable por ser del todo entretenida e interesante, y también por estar mucho mejor realizada (pese a que haya quien opine lo contrario) que la fotocopia que se sacó de la manga el endiosado (como suele decir el señor Txarly) para mayor gloria de Jennifer Lopez y sus afamados cuartos traseros.