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Voto de Terror Crítico:
9
Terror. Aventuras Seis amigas se reúnen en una remota montaña para emprender una expedición espeleológica. Juno, que dirige al grupo es dura, persuasiva y peligrosa. Las demás son las hermanastras Rebecca y Sam, Holly y Beth, una profesora de inglés que va a regañadientes para cuidar de Sarah. Ésta se está recuperando de un colapso mental causado por la muerte de su marido y su hijo un año antes. El grupo queda atrapado en una cueva cuando una roca se ... [+]
10 de junio de 2014
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay atracciones que no destacan mucho al lado de otras más grandes o espectaculares, pero que al experimentarlas tienen algo que te atrapan y te hacen vivir emociones trepidantes. Esta película británica apareció en las salas de cine sin hacer mucho ruido y acabó convirtiéndose en uno de los títulos de terror más importantes de la última década y consagró a su director como uno de los nuevos talentos del género. Parte de su merecido título es gracias a la idea de situar a un grupo de amigas en medio de un bosque y mandarlas a hacer escaladas y descensos por la montaña para terminar en una claustrofóbica cueva que encierra secretos mortales, algo que parece muy trillado pero que adquiere otra forma si las protagonistas son tratadas con una dimensión tan profunda como el espacio en el que se emmarca la historia. De este modo, "The descent" nos propone recuperar el respeto por las películas de terror y por los personajes con un interior rico, repleto de problemas, sentimientos, dudas, traiciones, valentía y amistad.

Tras una muy bien narrada introducción en la que conocemos rápidamente los conflictos entre los personajes, las protagonistas se adentran en las entrañas de una cueva aún por descubrir y comienzan un descenso lleno de pruebas y situaciones extremas que las cambiará para siempre. Sumidas en esa oscuridad natural, empieza a aflorar un duelo entre las protagonistas Sarah y Juno, dos mujeres enfrentadas por una traición que partió en dos una fuerte amistad años atrás. Y es así, de la mano de los conflictos internos de los personajes, como todo se complica en un espacio hostil habitado por criaturas mutantes que se convertirán en la peor de las pesadillas.

A partir de ese punto podemos decir que comienza la segunda parte del metraje, en la que el eficiente director Neil Marshall nos muestra unas criaturas realmente espeluznantes (la primera aparición del hombre agazapado en la oscuridad es terrorífica) y nos propina unos cuantos sustos efectivos que sobresalen por encima de la media. Montado ya en este vehículo imparable de sobresaltos y situaciones extremas, el director avanza rápidamente por la cueva y se adentra poco a poco en las entrañas de las protagonistas principales, llegando a un ambiente creciente en claustrofobia que nos encierra sin llave de salida y que nos empuja sin advertencia hacia un viaje mucho más aterrador de lo que nos imaginábamos.

Decidido a no soltarse de esa montaña rusa de locura, Marshall toma la vía del gore más salvaje y visceral que nos ha dado el cine de terror reciente y, a pesar de que alguno de esos momentos se aleja del tono del film, no resulta suficientemente negativo como para representar un bajada del nivel que nos estaba ofreciendo hasta entonces. La verdad es que no hay engaño posible a favor de la sutileza estilística en "The descent", pues nos encontramos ante una película totalmente gore que contenta a todos los fans del subgénero y que, a la par, logra atrapar a aquellos espectadores acomodados en el manual de las cintas más comerciales. Si consigue este efecto es precisamente por algo que no abunda en este tipo de películas: un gore que no es totalmente gratuito, pues funciona como vehículo narrativo para trasladarnos, a golpes, a la demencia que se respira en las grutas y que nos contagia de una repulsión intencionada hacia los humanoides, que despedazan sin ningún tipo de sentimiento a todo aquel que se cruza por su camino.

El ritmo vertiginoso que adquiere la película desde que se desnuda de sus pudores visuales es imparable y termina sin descarrilar en un final que es un banquete de sangre, vísceras y locura. Una locura que Marshall utiliza de forma inteligente en unos últimos fotogramas en los que el engaño (uno inteligente, ¡por fin!) pone el broche de oro a la coherencia que invade al film desde el inicio, convirtiéndose así en una historia bastante redonda que siempre está al servicio de la temática por la que apuesta el director.

Este arriesgado film nos habla del descenso al interior de uno mismo para explorarlo. Nos propone investigar cada uno de los túneles oscuros de nuestras entrañas, sin ningún tipo de meta ni cometido; tan solo buscar para ver qué encontramos. Una vez dentro, solo falta descubrir cuáles son nuestros temores, enfrentarnos a ellos y superarlos para conocernos a nosotros mismos. Sin duda alguna merece la pena tomar el vagón de "The descent" y dejarse llevar por una experiencia aterradora y a la vez inteligente, que nos deja con ganas de repetir la atracción de la mano de alguien que tiene ganas de apostar por algo que nos divierta, nos haga gritar y nos deje la cabeza removida al terminar.


Lo mejor: El uso del espacio de la película como metáfora del conflicto interno de los personajes.

Lo peor: Algún momento gore que se sale de tono.

Para más críticas del género consulta el blog "Terror Crítico": http://terrorcritico.wordpress.com/
Terror Crítico
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