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España España · Sevilla
Voto de ferperavi:
9
Drama Walt Kowalski (Clint Eastwood), un veterano de la guerra de Corea (1950-1953), es un obrero jubilado del sector del automóvil que ha enviudado recientemente. Su máxima pasión es cuidar de su más preciado tesoro: un coche Gran Torino de 1972. Es un hombre inflexible y cascarrabias, al que le cuesta trabajo asimilar los cambios que se producen a su alrededor, especialmente la llegada de multitud de inmigrantes asiáticos a su barrio. Sin ... [+]
7 de marzo de 2009
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Imaginen a Harry el sucio de mayor, ya retirado de la Policía (posiblemente expulsado) y viudo, con hijos de los que pasa tres kilos, con nietos que lo único que quieren es sacarle todo lo que puedan, cascarrabias como siempre, igual de duro que en sus años mozos, capaz de disparar a un chavalín que intentaba robarle el coche. Si Harry Callahan hubiera envejecido, se parecería muchísimo a Walt Kowalski, este veterano de la guerra de Corea que guarda con extremado celo un Gran Torino de 1972 en su garaje y protagonista de una cinta que vuelve a dejar al espectador con el cuerpo cortado.

Eastwood tiene una facilidad asombrosa para hacer que salga uno del cine con un escalofrío, para atrapar al espectador con la historia que te cuenta, ya sea del oeste, de astronautas, de boxeadoras o de madres a las que le han cambiado su hijo por otro. Quizás lo consiga porque hace un cine muy honesto, muy de verdad, muy cercano. Sin ser su mejor film, Gran Torino es una muy buena película porque afronta casi todos los temas del cine de Eastwood mirándolos a la cara con la misma sinceridad y decencia que lo hizo siempre.

En la relación entre Kowalski y sus vecinos hay lealtad, amistad, racismo, dignidad, violencia y, por supuesto, venganza. Harry el viejo ha dejado su San Franciso para quedarse en un barrio que empieza a ser controlado por bandas de chinos y mexicanos. Odia a sus vecinos amarillos, no soporta a sus hijos y menos a sus nietos y hasta se encara con el cura que dio el sermón en la muerte de su mujer. No desvelo nada porque esto ocurre en los primeros tres minutos. A partir de aquí, se entabla una más que curiosa relación entre Eastwood y sus vecinos chinos.
ferperavi
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