Ya lo dice alguien por ahí: si no te ha gustado la primera, la segunda tampoco lo hará.

Pertenezco a ese grupo de "raros" que no comenta los "graciosímos chistes" de la película con su grupito de amigos habitual: JAJAJAJAJAJA y luego lo del tigre, y luego lo del ascensor, y ahora lo de "la travelo" y el mono y el monje y JAJAJAJAJAJA qué tíos tan salidos son todos qué cosas se les ocurren JAJAJJAJAJA qué pasada menudos disparates, y viste cuándo aquel se dió cuenta lo que había hecho con... JAJAJJAJAJA qué machotes somos todos, que vamos a por todas y corrernos la juerga de nuestra vida, luego al final qué sorprendente lo que fuimos capaces de hacer... JAJAJJAJAJJAJA.... me recuerda cuando tú y yo fuimos a... cuando aún eramos unos pavos, ¿te acuerdas lo que nos pasó? JAJAJAJAJJAJA...

Encima a esta segunda le falta la sorpresa de guión de la primera... y aunque ejerza esa especie de catarsis sobre la memoria de muchas generaciones de adolescentes actuales (o que lo fueron en otros tiempos), lo siento mucho, pero unos actores sobreactuados (el gordito y su personaje, el único que salva la función, para mí) y unos esquemas argumentales de chiste revolucionado y demasiado explícito, coartan cualquier atisbo de " cine " en esta secuela, al servicio de la máquina de recaudar dólares-euros que ya sonó en la primera.

Para ver con coleguitas fumados en un local en Holanda, y regresar en bicicleta al centro de desintoxicación.