Y al superhéroe mas reconocible del mundo, el legendario vecino y amigo neoyorquino…
Ya sabéis su nombre:
Peter Parker es el personaje de comics con el que más fácil, mas sencillo es empatizar porque es un chaval de lo mas normal y corriente (antes de que le pique cierta arañita radioactiva…), el típico pringado con el que puedes conectar, sobre todo si te pareces un poco a él, porque en el fondo, pese a lo sencillo y humilde que parece, es extraordinario en su capacidad de autosacrificio y en su lucha y defensa por los más débiles, por sus vecinos, sus iguales, eso lo hace único y excepcional.
Y ahora voy a comentar un poco la película: Para mi bébe (un poco) del “Deadpool” del señor Ryan Reynolds en algunos momentos gansos y de desfase de la peli y (un mucho) de “Batman: La LEGO Película” (2017) en lo que a homenajear a un personaje/mito y su múltiples interpretaciones y adaptaciones a distintos medios se refiere.
Además, no siendo yo muy amigo del cine de animación, aunque reconozco que hay muy buenas películas de dibujos animados (o periquitos), la película brilla gracias al hecho de ser de animación, tiene la ventaja que da el cine de animación, la mas importante: La flexibilidad que permite la animación a la hora de crear personajes, de darles vida y a la hora de los efectos especiales también ayuda muchísimo. Además la animación, la paleta de colores... Está todo realizado con un mimo y un cuidado exquisitos.
Stan Lee estaría muy, muy orgulloso de esta película y del homenaje que le hacen a él y a Steve Ditko antes de que empiecen los magníficos, magníficos créditos de cierre. Muy, muy recomendable para todos los fans del mítico SPIDER-MAN.
Excelsior!