Comencemos diciendo que esta película es una rareza, una mezcla híbrida de géneros y estilos agitados, con un sentido del humor bastante marcado. Aunque contiene fragmentos más serios, en general, el tono es bastante descabellado.

La trama nos presenta a una familia de personajes excéntricos en una noche en la que se supone que una tormenta tropical azotará la isla; sin embargo, a la mañana siguiente, nos encontramos con un montón de cuerpos que han muerto de las maneras más variopintas.

El Inspector Nata tratará de unir, desde distintos puntos de vista al estilo de "Rashomon", qué ha sucedido realmente mientras compone su propia teoría a través de flashbacks que se nos muestran cargados de neones.

Hablando de la fotografía, es una película muy colorida y tiene una identidad visual clara con tonos de rosas, amarillos y rojos, e incluso un montaje efectivo. El estilo va en línea con el sentido del humor que a veces puede pecar de ser demasiado "cartoon", pero que funciona bien cuando se enfoca en el humor negro. No obstante, el 80% del humor no termina de estar afinado. Aun así, solo por el chiste del pedo del cadáver en el coche le voy a dar el pase.

También aborda el ángulo del choque cultural y cómo inmediatamente se culpa al farang, al extranjero, algo que suele ocurrir en cualquier país.

En general, me gusta la idea de la película, especialmente cómo al final todo se ata mediante pistas que nos han ido dando antes, y creo que el giro final es juguetón y divertido.

Dicho todo lo bueno, la cinta tiene errores, es un poco más larga de lo que debería, a veces hay demasiado ir y venir que no termina de aportar nada, y algunas subtramas, como la de la cicatriz del policía, podrían haber sido editadas. Además, aunque el humor acierta y hace reír en muchas ocasiones, las interpretaciones tan exageradas no siempre logran encajar correctamente.

Pero si buscas una película con un giro simpático de un "who-done-it" con un aspecto visual atractivo, creo que es una cinta disfrutable.