Película (o algo así) mala, pero mala, sin concesiones, es más, diría que rozando lo muy malo, se salva por la actuación de los elefantes. Se supone que esta cosa está plagada de acción, pues debe ser de lo único porque el resto es un bodrio infumable.
Se supone que cada payaso que sale dando botes es el nuevo sucesor de Bruce Lee, el protagonista de turno, en esta bazofia fílmica, es ayudado por efectos de cámara presumiblemente "guais" para demostrar que, como todos, de actor tiene lo mismo que Steven Seagal (es decir un poste de teléfonos lo haría más o menos parecido) y como luchador pues se defiende, pero no podemos apreciar la esencia debido a esos retoques en montaje , así que la próxima vez, por lo menos espero que le dejen pegar las leches al natural. Aunque yo al menos, es la última película que veo de este señor, si puedo evitarlo.