Entre las fronteras y líneas divisorias de lo nuevo de Ali Abbasi encontramos una fábula tan extraña e inesperada como fascinante.
Una mezcla de drama sobre la identidad, romance fantástico y estudio sociológico que incluso se permite coquetear con el género policiaco mientras elabora una historia sorprendente a varios y profundos niveles.
Sus imágenes son de algún modo magnéticas, moviéndose muchas veces entre el ridículo y la virginidad, brindando brutalidad, emotividad y certero entendimiento.
A ciertos públicos puede espantarles esta singular propuesta, pero los que se aventuren en ella con la mente abierta encontrarán algo especial, una película con una sensibilidad única, difícil de asimilar en su totalidad en un primer visionado.