Efectivamente, qué curioso que los alienígenas hayan elegido, o que el azar los haya llevado, a Johannesburgo, y no a Washington, Chicago o Mannhatan. Con un comienzo así la peli gana muchos enteros en mi predisposición. Ya no tenemos a los americanitos salvando al planeta con su buen hacer, o sea, a base de bombas, aunque tal y como va esta divertida comedia, casi hubiera sido mejor para los extraterrestres.

Sonrío, y ya no dejo de hacerlo. Me ha pasado la cinta volando, a ratos entre carcajadas, otras veces perplejo por la desfachatez, lo estrafalario, y lo bien que me sienta comprobar el descaro de Peter Jackson (pater productor), al que no le ha importado nada su colección de estatuillas de la academia, a la hora de apadrinar y producir esta irreverente comedia, que le mete el dedo en el culo a Hollywood, pero con cariño.

Dentro de las muchas posibilidades que ofrece este género, y más aún cuando aparecen extraterrestres, la elección de los responsables de este proyecto me parece mucho más apropiada y creíble que la mayoría de desfachateces que llegan desde California habitualmente.

No voy a entrar en el universo de la crítica que hace la peli, me vuelvo a quedar en lo superficial, que últimamente no tengo el cerebro activo. Será el amor...

Se merece un 7, que es un superaprobado. Y le doy las gracias a Saúl, que me la recomendó cuando yo no había oído hablar de ella, y lo hizo bien: "No esperes nada tío, mírala y trata de divertirte".