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España España · Madrid
Voto de Argay:
9
Ciencia ficción. Thriller. Acción. Intriga Washington DC, año 2054. La policía utiliza tecnología psíquica para arrestar y enjuiciar a los asesinos antes de que cometan un crimen. El futuro se puede predecir y los culpables son detenidos por la unidad de élite Precrime antes de que puedan delinquir. Las pruebas se basan en los "precogs", tres seres psíquicos cuyas visiones sobre los asesinatos nunca han fallado. (FILMAFFINITY)
1 de febrero de 2007
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un cartel engañoso y la apariencia de ser otra "Misión Imposible", cuando la franquicia estaba en horas bajas, sirvió para que Spielberg sumará una nueva decepción en taquilla, después del fracaso comercial de "I.A".

Analizándolo con la perspectiva del tiempo, quizás fuera lo más normal. Spielberg, que definitivamente se encontraba en el momento más dulce y oscuro de su carrera, había abandonado las historias de héroes en busca de fortuna y gloria y adorables extraterrestres que unían lazos con niños todavía más tiernos y dulces y se había encomendado, primero, a la labor de mostrar con milimétrica precisión toda la crueldad y violencia descarnada de la guerra ("Salvar al Soldado Ryan)", para después, recoger el testigo de su amigo Kubrick, terminando la melancólica y apesadumbrada obra futurista que este no pudo realizar ("Inteligencia Artificial").

Adentrándose de nuevo en el futuro, con una historia realmente compleja y un desarrollo narrativo totalmente hitchcockiano, nunca antes Spielberg se acercó tanto al gran maestro del suspense, su nuevo cometido era mostrar en toda su escalofriante crueldad una sociedad que necesitaba aferrarse a un futuro seguro, para salvarse a sí misma de su negro presente. Una alegoría sobre la batalla que todos libramos para defender la libertad y el muro de la seguridad y la protección con la que muchas veces vendemos el alma al diablo.

Tan inteligente como cuidada, "Minority Report", como buen cine social, ponía el dedo en la llaga en el peor de los momentos, justo un año después del 11-S, sin advertir Spielberg, o quizás justamente por eso, que era el momento más difícil y controvertido, para atreverse a realizar una película de esta naturaleza .

Con una dirección de fotografía tan ingeniosa como precisa, obra de su siempre fiel compañero Janusz Kaminski, Spielberg dotaba a la película no sólo de una profundidad narrativa envidiable, sino que a nivel estilístico se atrevía a mirar más allá de lo que nunca antes lo había hecho en su carrera, con una rebeldía y un desparpajo fuera de lo común. Nunca antes Spielberg se había mostrado tan seguro y desacomplejado en la dirección.

Perfecta para segundos o terceros visionados, siempre se puede ver con nuevo asombro al descubrir planos imposibles o capas ocultas, inadvertidas antes. Es fácilmente distinguible ver ecos incluso, del más puro expresionismo alemán en alguna de sus escenas.

Un ajustadísimo Tom Cruise, realmente convincente como el jefe John Anderton, escapando de su propio futuro y ocultándose entre las sombras, huyendo del gran ojo que todo lo ve, "Minority Report" invitaba a la continua reflexión y asombro, con denuncia social de por medio, cuando todos esperaban ver a Tom Cruise salvando al mundo nuevamente, pistola en mano.

Es imposible reunir aquí el catálogo de escenas imperdibles que admirar: Tom Cruise en la bañera escapando de las arañas, Samantha Morton señalándole el camino con un juego de espacios y alturas absolutamente prodigioso o escenas con diálogos encarnizadamente buenos, como el que mantiene el propio Tom Cruise con Lois Smith en el invernadero.

Sólo los primeros diez minutos ya nos descubren a un Spielberg en absoluto estado de gracia, con una escena introductoria realmente elocuente y brutal, asentando por sí sola las bases de la película.

"Minority Report" es, en esencia, un compendio de lo mejor de un director y de un género que, desgraciadamente, fue tremendamente incomprendida en su momento.

Sería exagerado considerarla la mejor película de ese superdotado del cine llamado Steven Spielberg, ese puesto siempre va a pertenecer a "Tiburón", pero sin duda es la suma del oficio, el talento y la madurez de un gran artista, adentrándose en los terrenos más oscuros y valientes de toda su carrera.

Absolutamente imperdible.
Argay
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