Tras haber visto de él, El intercambio, Gran Torino, Invictus, Más allá de la vida y Mystic River, osea así las últimas cintas de Eastwood pues me esperaba lo mejor de este gran actor y director que ha revolucionado la historia del cine. Quizás últimamente no esté muy fino detrás de las cámaras pero sigue teniendo ese toque de El intercambio y Gran Torino. La verdad es que la cinta me ha recordado a Gran Torino, es decir,Clint ha utilizado un trozo de Million Dollar Baby para Gran Torino. Aunque haya gente que no la asimile, por un momento he visto a Walt Kowalski en los momentos como en la iglesia o en el gimnasio, o mismamente los minutos iniciales en los que habla con Maggie Fitzgerald. Si se mira bien, en Gran Torino Clint enseña al AtonThao a ser un hombre, y en ésta enseña a Maggie a ser una campeona mundial de boxeo. Quizás haya sido un Rocky femenino. Lo bueno de esta historia es que te cautiva en todos los sentidos, su banda sonora triste compuesta por el polifacético Clint que hace todo, sus planos tristes, las narraciones del grandioso Morgan Freeman al que por fín le dan un Oscar después de haber hecho papeles como el de Cadena Perpetua o Tiempos de Gloria, las palabras y consejos de Clint, el maravilloso pero triste final y muchas cosas más que la hacen de ésta una cinta imprescindible, ya se ha demostrado en su calificación. Aunque a mí me gustó más Gran Torino, ésta no se queda tan atrás. En fin, una espectacular cinta de boxeo con unas interpretaciones de lujo y con un Clint Eastwood al que aún no se le ha pasado el arroz en el sentido de actuar.