El Western, el llamado cine del oeste no ha muerto, sigue bien vivo. El año pasado Quentin Tarantino nos regaló una maravilla como es la de Los odiosos ocho y ahora regresa Antoine Fuqua, el director de cintas tales como Training Day y The Equalizer (El protector) con el excelente remake de un clásico como es Los siete magníficos. Como he dicho, es excelente, un film de diez, con una estupenda puesta en escena y magníficamente interpretado por actores de la talla de Denzel Washington, Chris Pratt, Ethan Hawke, Peter Sarsgaard y Haley Bennett, entre otros. La verdad es que la he disfrutado de principio a fin, y eso que supera de largo las dos horas, pero nada, se deja ver con mucho agrado.
Un Western vigoroso, brillante, que alegra la vista. Hay remakes que no se deberían haber hecho nunca y el que tenemos aquí ha merecido la pena, sin ninguna duda. Bien es cierto que tenemos en el recuerdo la de 1960 dirigida por John Sturges, que a su vez era ya un remake de 'Los siete samuráis' de Akira Kurosawa, pero Fuqua ha sabido cuidar la mar de bien este proyecto, que junto a un mencionado gran plantel de actores han conseguido dotar a este film para llegar a recibir el término de sobresaliente.
No tenía ni idea de que la partitura musical se ha compartido entre el fallecido James Horner (esta película, en parte, está dedicada a este gran compositor) y un tal Simon Franglen. Qué conste que el tema principal de la original compuesto por Elmer Bernstein se ha mantenido y eso me ha gustado, ha sido un buen detalle a tener en cuenta. Sobre los efectos visuales, si no llego a leer en los créditos finales que han habido algunas compañías contratadas para ellos, son imperceptibles a simple vista, o sea que perfectos.
En fin, si vistéis o no la de 1960, con este remake os lo pasaréis genial. Para mí ha sido todo un espectáculo visual de primer orden. Imprescindible su visionado, sobretodo si se va a ver por primera vez en una sala de cine. En los apartados de la imagen y el sonido les daría un diez a ambos, el uso que se les da a todos los altavoces es sensacional. No se ha presentado en setenta milimetros, està rodada a 2.35:1, pero visualmente ha estado para quitarse el sombrero.
Señoras y señores, el Western aún no está muerto y este film es una buena muestra de ello. Mi nota final es de 10.