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Estonia Estonia · No es An-toña
Voto de P466S:
8
Drama "No robarás": Ania, que tiene seis años, es hija de Majka, pero ha crecido creyendo que su madre es Ewa, la madre de Majka, es decir, su abuela. Séptimo de los diez mediometrajes que constituyen el llamado "Decálogo" y que están inspirados en los Diez Mandamientos (Kieslowski los llama "mandamientos sin moral"). (FILMAFFINITY)
14 de mayo de 2013
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Decir que es uno de los capítulos más flojos puede ser injusto, ya que al que lea esta crítica le podría conducir a pensar que no merece la pena y nada está más lejos de la realidad. Por otra parte, en una obra por capítulos como es “Decálogo” resulta casi imposible no entrar en comparativas entre unos y otros, ya que sus diez historias, son en esencia independientes entre sí, pero presentan muchísimos nexos en su temática, en su forma e incluso presentan numerosas conexiones entre sus personajes, el entorno que habitan y sus vivencias, dentro de un fascinante microcosmos ficticio. De hecho, este episodio muestra nuevamente preciosas imágenes, notables actuaciones (magníficas la abuela-madre y la niña, que muestra un candor especial), un guión muy redondo que maneja hábilmente los momentos en que va añadiendo capas de información y esa maravillosa música que mantiene el soberbio nivel de toda la saga.

En cuanto a la historia en sí, “No robarás” es un brillante drama familiar que gira entorno al robo, pero no de posesiones materiales, si no de una condición, la maternidad. El caso que se presenta es un tanto estrambótico, pero perfectamente posible y las motivaciones de los personajes se comprenden perfectamente, de la misma forma que se entiende el callejón sin salida al que han llegado sus vidas tras una pasada mala decisión que supuso un punto de no retorno y que ha condicionado notablemente sus vidas y las de otras personas. Es un notable ejemplo de cómo ciertos rasgos de personalidad y determinadas frustraciones pueden llevar a personas de buen corazón y perfectamente competentes, a cometer, amparados en su autoridad, gravísimos errores de difícil solución y hacer daño a los que más quieren por medio de la alienación. Precisamente, una de los rasgos del cine de Kieslowski es la capacidad de contarnos historias sobrecogedoras sin necesidad de recurrir a la tendencia de la mayoría de los autores de presentar personajes extremos (héroes o superhéroes, criminales, locos, etc.).

En resumen, otra maravilla de capítulo, que, sin llegar al nivel de otros de la serie (por lo menos en mi opinión), no defraudará a los seguidores del cine de este excepcional autor. Ya sólo me quedan tres mandamientos para completar el decálogo y tengo la impresión de que, cuando termine, la visión de conjunto me deparará alguna sorpresa. Ya les contaré…
P466S
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