Magnífica película, que tiene mucho de western moderno, no por los duelos y tiroteos a quemarropa, sino porque la idea del hombre criminal y violento que cambia de residencia y de vida, lo hemos visto en muchos western, viendo al pistolero transformado en apacible granjero. En "Sin perdón" sin ir más lejos.
Está muy bien dirigida, muy buen manejo de la cámara, y a la vez bien interpretado, sobretodo me quedo con Maria Bello, en ese papel de ama de casa que se siente engañada y traicionada cuando descubre la identidad de su marido.
Todos hemos soñado alguna vez con la idea de empezar de cero, de cambiar todo haciendo borrón y cuenta nueva. Cronenberg lleva a la pantalla esa idea hasta sus últimas consecuencias. El pasado de Tom Stal, volverá como una pelota de nieve que engorda y amenaza con destruir el hogar idílico que ha construido.
Atención al mensaje que da la película. Pasado, presente y futuro entremezclados. El pasado es su hermano y en lo que se ha convertido, y lo que el propio Tom sería de haber continuado su vida, el presente es él mismo y el futuro es su hijo que ha heredado las "habilidades" de su padre.

De corta duración y con un ritmo trepidante, la mezcla de intriga de sus primeros minutos da paso a la acción de su última media hora, que te dejará pegado a la pantalla.