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Voto de marieta:
9
6,4
14.788
Animación. Fantástico. Aventuras. Comedia
Mei Lee, una niña de 13 años un poco rara pero segura de sí misma, se debate entre ser la hija obediente que su madre quiere que sea y el caos propio de la adolescencia. Ming, su protectora y ligeramente exigente madre, no se separa nunca de ella lo que es una situación poco deseable para una adolescente. Y por si los cambios en su vida y en su cuerpo no fueran suficientes, cada vez que se emociona demasiado (lo que le ocurre ... [+]
21 de marzo de 2022
17 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por mucho que la publicidad de esta película venga relacionado con la menstruación y demás, en el fondo no deja de mandar un mensaje de lo más interesante: las imposiciones que los padres son capaces de producir en los hijos en base a una perfección complicada de obtener, esa brecha generacional aumentada además por las diferencias culturales, esa necesidad de ser uno mismo y crecer en base a tu personalidad, todo tan bien orquestado que convierte a la adolescencia de Mei en la de cualquiera.
Es una película divertida, amena, que te hace sentir pena y vergüenza ajena por Mei, pero con la que empatizas e incluso, en muchas ocasiones, puedes ser capaz de verte a ti mismo. Una película del amor, de la amistad, del florecimiento de sentimientos invisibles y, sobre todo, una película que la veo muy necesaria: sus varios mensajes son preciosos y considero que es llevada de forma inteligente y entretenida.
Es una película divertida, amena, que te hace sentir pena y vergüenza ajena por Mei, pero con la que empatizas e incluso, en muchas ocasiones, puedes ser capaz de verte a ti mismo. Una película del amor, de la amistad, del florecimiento de sentimientos invisibles y, sobre todo, una película que la veo muy necesaria: sus varios mensajes son preciosos y considero que es llevada de forma inteligente y entretenida.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Tenía muchas expectativas con la nueva película de Pixar, y lo cierto es que no me ha defraudado. A nivel de película, creo que tiene un ritmo ágil, sencillo y que engancha. Dura una hora cuarenta y no se hace pesada, introduciéndote poco a poco en la historia de forma algo rápida (como cualquier película Disney) pero sin ser precipitado. Sí que pienso que hay una ruptura en la línea de la película cuando se nos presenta toda la problemática de la maldición del Panda Rojo, pero es pasable. Visualmente, tiene un colorido precioso, hay escenas que son obras de arte (véase, el padre de Mei cocinando, que te entraba hasta hambre) La banda sonora de la película es pegadiza y te hace querer formar parte de la boy-band que tanto aman nuestras protagonistas.
Se vende la película como la primera en hablar de la regla, y creo que capta muy bien ese pánico que sentimos todas la primera vez que vemos una mancha roja. Pero, sin duda, presenta perfectamente la vergüenza que te da al principio, cuando eres más pequeña, de decir incluso la palabra "compresa", cosa que según vas madurando te va dando absolutamente igual (esa escena en clase con la madre gritando con el paquete de compresas hace daño incluso, de lo mucho que empatizas con ella) Son cosas que a cualquiera, de adolescente, nos hubiese aterrado. Sin embargo, al final que le baje la regla a Mei es el comienzo de una historia fantástica, al más puro estilo Disney, sobre un panda rojo y una maldición, que en el fondo, no es más que el comienzo de la verdadera historia.
El tema de una madre sobreprotectora, que espera lo mejor de su hija es común. Cualquiera puede entender la frustración tanto de Mei, como de su madre, de no ser lo suficientemente buenas. Es curioso como, al final, la madre de Mei repite lo mismo que hicieron con ella, sometiendo a su hija a la misma autoexigencia. Mei trata de ser perfecta, y es feliz, pero en el momento en que aparece el Panda Rojo (la adolescencia) y ve que puede ser feliz de otras maneras, formas que asustan a su madre, es cuando aparece el conflicto. Mei no solo tiene que enfrentarse a ver cómo las tradiciones que tenía con su madre, que amaba hacer, van desapareciendo, algo que es absolutamente normal; según crecemos, vamos perdiendo muchas de las cosas que hacíamos con nuestra familia. Entran amigos, parejas, y al final, también duele separarse de esa infancia tanto como emociona descubrir una nueva cara de ti. Se representa perfectamente el miedo que tiene su madre a dejarla marchar, a verla crecer, pero al final, es bonito ver cómo entiende que Mei ama su panda, que quiere mantener esa forma de ser, por mucho que el resto de su familia eligiese, voluntariamente, no tenerlo.
Al final, el mensaje es muy claro: no se puede ser perfecto, no se puede exigir a los demás lo que querrías exigir para ti mismo. Tienes que mantenerte fiel a quien eres, sin renunciar a tus responsabilidades, pero sin renunciarte a ti. La conversación de Mei con su padre antes del ritual es clave: él ama quién es Mei, pero también ama ver lo feliz que el panda ha hecho a su hija. Renunciar a una cosa por satisfacer a la otra, haciéndole las dos feliz, sería condenarse a odiar al elegido eternamente. Al final, si Mei hubiese renunciado a su Panda, hubiese vivido amargamente, sabiendo que no es la versión que ella quiere de sí misma.
Amo el mensaje que se da acerca de la amistad, y de verdad que tengo envidia de las estupendas amigas que tiene Mei, que están con ella, incondicionalmente, apoyándola. Son adolescentes y he amado ver los salidas que están, lo mucho que se sienten atraídas por los chicos (y las chicas), su fanatismo por las bandas de jóvenes que tanto nos han gustado a todas. Creo que representa de forma genial la adolescencia y la locura que todas sentimos cuando nos damos cuenta de lo que son los chicos, hasta ese momento invisibles.
Me he divertido, he llorado de risa y he sentido vergüenza ajena, pero, ¿qué es sino la adolescencia?
Se vende la película como la primera en hablar de la regla, y creo que capta muy bien ese pánico que sentimos todas la primera vez que vemos una mancha roja. Pero, sin duda, presenta perfectamente la vergüenza que te da al principio, cuando eres más pequeña, de decir incluso la palabra "compresa", cosa que según vas madurando te va dando absolutamente igual (esa escena en clase con la madre gritando con el paquete de compresas hace daño incluso, de lo mucho que empatizas con ella) Son cosas que a cualquiera, de adolescente, nos hubiese aterrado. Sin embargo, al final que le baje la regla a Mei es el comienzo de una historia fantástica, al más puro estilo Disney, sobre un panda rojo y una maldición, que en el fondo, no es más que el comienzo de la verdadera historia.
El tema de una madre sobreprotectora, que espera lo mejor de su hija es común. Cualquiera puede entender la frustración tanto de Mei, como de su madre, de no ser lo suficientemente buenas. Es curioso como, al final, la madre de Mei repite lo mismo que hicieron con ella, sometiendo a su hija a la misma autoexigencia. Mei trata de ser perfecta, y es feliz, pero en el momento en que aparece el Panda Rojo (la adolescencia) y ve que puede ser feliz de otras maneras, formas que asustan a su madre, es cuando aparece el conflicto. Mei no solo tiene que enfrentarse a ver cómo las tradiciones que tenía con su madre, que amaba hacer, van desapareciendo, algo que es absolutamente normal; según crecemos, vamos perdiendo muchas de las cosas que hacíamos con nuestra familia. Entran amigos, parejas, y al final, también duele separarse de esa infancia tanto como emociona descubrir una nueva cara de ti. Se representa perfectamente el miedo que tiene su madre a dejarla marchar, a verla crecer, pero al final, es bonito ver cómo entiende que Mei ama su panda, que quiere mantener esa forma de ser, por mucho que el resto de su familia eligiese, voluntariamente, no tenerlo.
Al final, el mensaje es muy claro: no se puede ser perfecto, no se puede exigir a los demás lo que querrías exigir para ti mismo. Tienes que mantenerte fiel a quien eres, sin renunciar a tus responsabilidades, pero sin renunciarte a ti. La conversación de Mei con su padre antes del ritual es clave: él ama quién es Mei, pero también ama ver lo feliz que el panda ha hecho a su hija. Renunciar a una cosa por satisfacer a la otra, haciéndole las dos feliz, sería condenarse a odiar al elegido eternamente. Al final, si Mei hubiese renunciado a su Panda, hubiese vivido amargamente, sabiendo que no es la versión que ella quiere de sí misma.
Amo el mensaje que se da acerca de la amistad, y de verdad que tengo envidia de las estupendas amigas que tiene Mei, que están con ella, incondicionalmente, apoyándola. Son adolescentes y he amado ver los salidas que están, lo mucho que se sienten atraídas por los chicos (y las chicas), su fanatismo por las bandas de jóvenes que tanto nos han gustado a todas. Creo que representa de forma genial la adolescencia y la locura que todas sentimos cuando nos damos cuenta de lo que son los chicos, hasta ese momento invisibles.
Me he divertido, he llorado de risa y he sentido vergüenza ajena, pero, ¿qué es sino la adolescencia?