Lo primero que hay que tener en cuenta a la hora de valorar una película de caracter histórico, que pretende reflejar FIELMENTE la época de la que se ocupa, es no hacerlo desde nuestro punto de vista actual, nuestros cánones sociales actuales y, en definitiva, nuestro juicio actual totalmente dispar al del S.XVI.

La conquista de América fue... una conquista. Una conquista en el siglo XVI por gente del siglo XVI. Ni fué épica, justa y apasionante en general, ni fue aterradora, injusta y descerebrada en general. Tales JUICIOS del siglo XXI no pueden casar en la puta vida, mil perdones, con el XVI. Dejemos de juzgar bajo nuestro código moral.

Aclarado este punto que la gente pasa por alto incomprensiblemente, la película traslada un relato de Reverte TAL CUAL a la gran pantalla. Su ritmo pausado, de a poco, o en contraste rápido a destellos (lo que la hace cojear) es, literalmente, la versión del mismo ritmo de un relato en un medio visual. Su total fidelidad al ritmo literario hace que a la vez sea su talón de Aquiles. Asimilado en los primeros compases, se disfruta plenamente. Si no se asimila, puede volverse rara e incomprendida.

La ambientación, fotografía, recreación histórica y reparto están a un nivel altísimo (no todos). La historia no es más que lo que es, lo que ocurre, sin pretender darle al espectador un camino guionizado in crescendo o sorpresas forzadas (demasiada mierda comercial hollywoodiense). Buenos guiños históricos, la profundidad justa y necesaria a los personajes que la necesiten, crítica histórica...muy cuidado todo al detalle.

En definitiva una gran película, que RELATA FIELMENTE una posible expedición en busca de riquezas y sus avatares en el siglo XVI con situaciones, actos y consecuencias propias de dicho siglo (sin que ello las haga malas o buenas, no juzguemos). Entretiene y permite reflejar perfectamente lo que sería una expedición condenada al fracaso por conquistadores españoles en el siglo XVI.

En los espoilers hablaré de las principales quejas que he visto en otras críticas.