Esta película ha sido un intento falllido de replicar (nunca mejor dicho) el éxito de su primera parte. Pero el gran fallo es que carece de originalidad y sobre todo de fondo. No te plantea las preguntas filosóficas de la primera parte, sobre qué somos, qué es la conciencia, cuáles son nuestros anhelos y preguntas sobre la existencia en sí.

La película va a trompicones, es caótica, no sabes muy bien qué está pasando en muchos tramos, no sabes bien quiénes son buenos, quiénes son malos ni qué es lo que quieren. No lo explican y lo tienes que intuir las cosas.

Sobre la temática no voy a hablar. Lo que sí me ha llamadoi la atención es el personaje de Harrison Ford, que lo han puesto ahí ya pasada la mitad de la película, se lo hacen pasar un poco mal, apenas tiene líneas de diálogo, pone unas cuantas caras de sufrimiento y lo hacen protagonista del final.

En definitiva, muy decepcionante si se compara con su primera parte, y es inevitable hacerlo.