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España España · Las Rozas
Voto de EVA:
7
Drama Mississippi, años 60. Skeeter (Emma Stone) es una joven sureña que regresa de la universidad decidida a convertirse en escritora. Su llegada altera la vida de la ciudad e incluso la de sus amigos porque se ha propuesto entrevistar a las mujeres negras que se han pasado la vida al servicio de las grandes familias sufriendo todas las formas de discriminación racial. (FILMAFFINITY)
25 de noviembre de 2011
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amable recorrido por un momento y un lugar donde desde la perspectiva del siglo XXI puede parecer alucinante que hace tan poco tiempo (sí, esto fue prácticamente antes de ayer), las cosas fueran como eran. Personajes un poco estereotipados y, bastante radicales por su perfil bondadoso o malvado. Nadie es tan, tan bueno ni; tan, tan malo. La sana intención de denuncia y, de mostrar una indignante realidad que separaba a las personas por su color de piel, no justifica que sólo los blancos que promovían y defendían la igualdad sean mostrados como seres humanos decentes y buenos, mientras que cualquiera que bajo la presión y perspectiva ridícula e injusta de esos años, no alzara la voz, se mostrara sumiso a las estúpidas normas o, las defendiera vehementemente, sea presentado como absolutamente malo sin paliativos (es un poco efectista que, incluso se haga ver que ni siquiera atendían o querían a sus hijos....hombre...) El cuanto a los personajes de color, todos son mostrados como buena gente genéricamente, excepto la pareja de una de ellas que se muestra como un maltratador. No hay lugar para el término medio, para la realidad que nos muestra a todos, independientemente del color, como PERSONAS, con cosas buenas y cosas malas. Con aciertos y errores. Nadie es intrínsecamente malo o bueno, incluso los que se comportan y actúan dando un perfil de esos dos. Todos tenemos esqueletos en el armario. Peca también de exceso de feminismo. Es obvio que es una peli protagonizada POR MUJERES y centrada en un sector muy femenino (el servicio doméstico en los 50-60, en EEUU) pero... pasa igual que con las razas... ¡parece que no había un hombre bueno! Todos eran muy machistas, muy racistas y, muy jetas... (excepto el marido de la discriminada por las pijas). En definitiva. Es fácil de ver. Conmueve y cautiva pero, pese a estar basada en realidades lamentables, su tendenciosidad y exceso de personajes prototípicos, desmerece un poco la realidad que también existió y que, acabó provocando que la gente (sin distinción de raza) terminara por reprobar y conseguir que se abolieran poco a poco, unas leyes y unas conductas sociales execrables. Supongo que todo ese exceso de modelos se fundamenta en favorecer el dramatismo y, generar más simpatías si cabe para la situación que se expone pero, en la vida real no es así. Y tampoco hace falta exagerar tanto los modelos para que, cualquiera con dos dedos de frente y un mínimo de sangre circulando por sus venas, no entienda y comparta que el racismo es una lacra abominable que ha hecho y hace tanto daño. Es una especie de revisión de El color púrpura, entendiendo esto como un símil temático y de sentimientos que provoca. Compararlas no viene a cuento.
EVA
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