Esta película agrupa un conjunto de 5 historias en diferentes ciudades, en las que la trama gira en torno a un taxista y la persona o personas que lleva en una jornada de trabajo a altas horas de la madrugada.

En general no me ha parecido que las historias tuvieran mucha chicha, ya que obviamente, no hay mucho tiempo en cada una de las ellas, pero tampoco aprovecha mucho el tiempo que tiene. Todas tienen, en menor o mayor medida, toques de humor y yo creo que ahí es donde esta película se salva. Por eso mismo y también por la gran actuación de Roberto Benigni, la historia de Italia es la más destacable.

La mayoría de actores están a un gran nivel, con personajes de lo más extraño, con por ejemplo, un gran papel de una jovencísima Winona Ryder.

Viendo esta película en el año 2021, 30 años después de su publicación, impacta el cambio generacional. A parte de la menor calidad de imagen, los coches se ven muy antiguos y extraña ver tanto tabaco, aunque creo que esto último fue aquí exagerado a propósito.

Eché en falta que no hubiera representación española, en la que sin duda, el Fary tendría que haber sido el protagonista.

Para quien le haya hecho gracia el rollo de esta película le recomiendo que vea la serie La cantina de medianoche: Historias de Tokio (2016), en inglés Midnight Dinner.