Qué maravilla de Slasher, potente en su comienzo y dinámico en su desarrollo ofreciendo momentos sangrientos que harán las delicias de todos, sobre todo de los fans de Viernes 13, Campamento sangriento y Slashers de ese estilo, aunque personalmente os digo que prefiero este Slasher antes que los citados.
Quizás uno de sus puntos más flojos es que se nos revela la identidad del asesino nada más comenzar en la escena inicial del autocine, pero también es cierto que eso no resta el más mínimo interés a esta inquietante historia de dos hermanos gemelos, uno bueno y el otro más malo que Satán y el que evidentemente llevará a cabo una de las mejores matanzas vistas en un Slasher de los gloriosos años 80. Además el final es de esos que realmente te descolocan y sorprenden gratamente.
Imprescindible para el amante del Slasher que busca la fórmula segura... Buena historia, buenas muertes, buena ambientación y personajes bizarros.