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España España · Castelldefels
Voto de regnam:
10
Drama. Thriller Unos delincuentes de poca monta deciden atracar la sucursal de un banco de Brooklyn. Sin embargo, debido a su inexperiencia, el robo, que había sido planeado para ser ejecutado en apenas diez minutos, se convierte en una trampa para los atracadores y en un espectáculo para la televisión en directo. (FILMAFFINITY)
14 de enero de 2024
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La peli está inspirada en hechos reales, pero va más allá y recrea una historia con imaginación. El atracador real envió una carta al NY Times después de estrenarse la película en 1975 porque quería aclarar públicamente las inexactitudes que había visto. El diario le contestó que no iban a publicar su queja y que la relación entre el arte y la realidad en este caso era demasiado compleja como para dar lugar a esas aclaraciones. Curiosamente, el día anterior al atraco en 1972, el atracador real fue al cine con sus socios a ver El Padrino y pudo ver en esa peli a Al Pacino y John Cazale.

Una testigo que trabajaba en el banco después de ser liberada dijo a la prensa: «Pensé que cogerían el dinero y saldrían corriendo. Nunca me imaginé que algo así podría suceder». No creo que los atracadores sepan en el fondo por qué están atracando el banco, ni por qué se monta semejante circo alrededor formado por la multitud, el colectivo gay, la policía y la prensa en una NY con un ambiente enrarecido. El personaje de Pacino recuerda al Travis en Taxi Driver: los dos estuvieron en Vietnam, son gente marginal y reaccionan violentamente contra el orden social en la misma ciudad.

Desde el principio sentimos más simpatía por los atracadores que por los empleados del banco, la poli, la prensa y la gente que asiste al espectáculo buscando un entretenimiento. Solamente cuando los empleados del banco empatizan con los atracadores empezamos a verlos con humanidad. Hay de fondo también un conflicto social entre el orden que representa la policía y el FBI, y la gente que los abuchea. La prensa tampoco sale muy bien parada. Todo se convierte de pronto en una locura durante esa tarde calcinante.

La peli combina lo ridículo con lo heroico y lo patético con lo risible: uno no sabe al final si reír o llorar. El guion es realmente bueno, la dirección magistral y los actores bordan sus papeles. A destacar John Cazale y su respuesta cuando Pacino le pregunta a qué país le gustaría escapar: «A Wyoming», contesta de manera desconcertante. Me pregunto si intuía su muerte con esas palabras.

La peli es del 1975 y cincuenta años después se sigue viendo con toda su frescura. Combina la realidad con la ficción de una manera que resultan inseparables y les salió una obra maestra.
regnam
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