Existen muchos tipos de biopic en el mundo del cine. Aquellos a los que le gusta indagar en los aspectos más turbios de la vida del "homenajeado", rozando muchas veces el sensacionalismo barato. O bien aquellos que muestran la faceta más amable y blanca del personaje, obviando ese lado oscuro que muchas veces hace más interesante lo que se cuenta en pantalla. Y por último existe ese biopic que rinde tributo a la faceta más artística, centrando la atención del relato en sus logros más que en sus carencias.

"Bohemian Rhapsody" se encuentra en ese último grupo, aún asumiendo la obligada tarea de repasar, aunque sea de manera superflua, una biografía de sobra conocida. El hecho de que el proyecto se estuviera gestando años atrás, donde las idas y venidas de directores estaban a la orden del día, el no encontrar un protagonista adecuado y el no saber cómo enfocar la trama (el que dos de los integrantes del grupo original estuviera detrás de ésta ya apuntaba por dónde irían los tiros), dificultaban una producción que olía a catástrofe.

Finalmente el trabajo recayó en Bryan Singer que, dejando polémicas a parte, se mostraba como un buen artesano del cine más mainstream, obteniendo un acabado más que correcto a la vez que evidencia cierta superficialidad. Pero la gran revelación, sin lugar a dudas, es la elección de un actor casi desconocido para el gran público como es Rami Malek, que consigue mimetizarse con la añorada estrella de rock, llegando incluso a que dudemos de cuál de los dos estamos viendo en la película.

Pero, el gran problema del film, es el haber optado por construir un traje a medida que rinda tributo a la indiscutible genialidad de la banda musical, pasando de puntillas por los temas más escabrosos y tomándose ciertas libertades narrativas que, por poco conocedor que sea uno de la biografía de los miembros, denotará cierta falsedad de los hechos. Las sombras en todo artista son necesarias, ¿qué sería, por ejemplo, de un genio del calibre de Edgar Allan Poe sin esa vida llena de excesos, que transformaron todas las tinieblas del autor en grandes obras literarias? o, ya en el terreno que nos ocupa, ¿porqué obviar ciertos aspectos, como la bisexualidad y el coqueteo con los estupefacientes, en el biopic de John Forbes Nash de la, por otra parte, estupenda película de Ron Howard "Una mente maravillosa"?.

Ese lado oscuro, o su romance con él, es muchas veces el detonante de una alma torturada que necesita manifestarse a través de la faceta más artística, exorcizar los demonios interiores, darles fisicidad, entonces, ¿por qué no hablar de ello cuando forma parte del proceso creativo? Y eso es lo que se le reprocha al film, una falta de profundidad en esos aspectos que convierte el biopic en un traje hecho a medida donde poco importa todo lo que esté fuera de él. No obstante, el film hará las delicias de todo fan de Queen, despertando su nostalgia, a la par que ofrecerá todo un espectáculo para el espectador no experimentado.

Lo mejor; Rami Malek, de oscar.

Lo peor; Lo superficial del conjunto, no profundizando en casi ningún aspecto, navegando entre dos aguas sin rumbo establecido.