Mary Poppins de Robert Stevenson, es una comedia musical fantástica e infantil, considerada por su popularidad y éxito como un film de culto. Dirigida con un ritmo vigoroso y dinámico, es original y distinta por mezclar la fotografía real con dibujos animados, innovadora para la época, es un film infantil y familiar, realizado de modo fantástico e ingenioso, tiene un resultado perfecto por su valor como film indispensable infantil, aún con el paso de los años.
La fotografía, que introduce con acierto los dibujos animados en unas imágenes ricas en matices y detalles, es además estéticamente decorativa y fantástica para gustar a los más pequeños, e idónea y cautivadora. Y la música, es infantil e inolvidable, con canciones hermosas y sensacionales que estimulan y han acompañado a multitud de generaciones, por tener sonidos sugerentes, melódicos y rítmicos en casi todo el film, que son la fuente principal del film por hipnotizar a toda la familia en su visionado una y otra vez.
Las actuaciones, son encantadoras, carismáticas y seductoras. Con Julie Andrews cautivadora, magnífica e inolvidable en un oscarizado papel y Dick van Dyke genuino, auténtico y divertido. Y acertadas y oportunas interpretaciones de David Tomlinson, Glynis Johns, Ed Wynn, Elsa Lanchester, Karen Dotrice y Matthew Garber. Todos con vestuarios y caracterizaciones evocadores de Londres a principios del siglo XX, son espléndidos y fantásticos por un lado, y elegantes y distinguidos por otro, en una soberbia dirección artística.
El guion, es entrañable, agradable y atractivo, muy indicado para el público infantil aunque también para toda la familia, por estar argumentado de modo sustancioso y original, y por ser divertido, sorprendente e irresistible de principio a fin. Empleando una narrativa rápida e ingeniosa para las canciones, y equilibrada, académica e impoluta para el resto del film. Resaltando también, unos efectos competentes y eficientes para la época, que llaman la atención por ser maravillosos y llamativos, y unos diálogos graciosos y dicharacheros que calan en el público por ser sutiles, dinámicos y oportunos.
En conclusión, la considero una obra inolvidable e indispensable en la filmografía infantil y familiar, por ser entretenida, agradable y divertida, y por tener buenos mensajes en su interior tanto para niños como para adultos. Digna ganadora de 5 oscars de la academia, y recomendable por su guion, actuaciones, música, fotografía, vestuarios y caracterizaciones, efectos, narrativa y diálogos, que hacen que su visionado sea una experiencia única e irrepetible.