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Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
3
Drama. Romance. Comedia El doctor Alfred Jones (Ewan McGregor), miembro del Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, debe su reputación a un trabajo pionero sobre la reproducción de los moluscos. Cuando su jefe le pide que estudie la posibilidad de introducir el salmón en Yemen, rechaza la propuesta rotundamente. Lo que ignora es que detrás del proyecto está un acaudalado jeque árabe (Amr Waked), empeñado en exportar el arte de la pesca con mosca al ... [+]
23 de abril de 2012
49 de 84 usuarios han encontrado esta crítica útil
No entiendo cómo una película como “La pesca de salmón en Yemen” se llama La pesca de salmón en Yemen. Cierto es que la novela de Paul Torday en la que se basa la película de Lasse Hallström se titula igual… pero manteniendo el espíritu de la obra (la épica de las grandes obras nace del sueño de lo imposible) incluso podría ser coherente. Si alguien quiere saber la sinopsis de esta película tan sólo tiene que fijarse en su título. Realmente la película acaba y empieza allí…

Existe una gran y amplio sector de la crítica y de un ponderoso número de espectadores que mitigan la calidad de este tipo de propuestas bajo el mandato de la bondad y agradecida dulzura que las envuelve. Son propuestas neutras que no hacen daño, pese a no convencer del todo a una gran mayoría de cinéfilos… quedan como simples percepciones de ese terrible eufemismo: «Para pasar el rato». Cada vez que alguien recurre a esa frase (des)hecha muere una persona en alguna parte del mundo por atragantarse con su propia bilis. ¿Por qué negar lo innegable? “La pesca de salmón en Yemen” es un título-sinopsis y bonito póster retocado cromáticamente en photoshop.

Todo se reduce al plano subjetivo de una trucha en un estanque para mostrar dramáticamente la puesta en escena de la ruptura de un matrimonio. Si alguien me explica por qué Hallström quiere mostrarnos dicha percepción le regalo una mosca para pescar. Sinceramente no puedo ser parcial con la película que nos propone el director de “Mi vida como un perro”. En estos tiempos de crisis económica, paro y hambre ver como un jeque quiere cumplir su sueño de importar la pesca del salmón con mosca a Yemen y fulminarse 50 millones de libras me parece algo vergonzoso e indignante. Es cierto que el filme quiere retratar precisamente esa concepción de los sueños que pueden ayudar a otras personas, que finalmente podría tratarse de un pueblo y conjunto global. Los cambios positivos alrededor cambian a las personas que viven en ese escenario. Pero más allá de dicha postal y el romance más aséptico visto en pantalla desde “Lo que queda del día”, no me parece romántica ni siento nada cómico en esos marcados personajes, que tienen la oportunidad de cambiar sus vidas para ser ellos mismos. Además, cada vez que veo en pantalla a Emily Blunt se persona en mi cerebro Katy Perry y espera que se marque el cover de Rebecca Black. Justamente veo esta película como el hit ‘Friday’: su letra dice todo y realmente no cuenta nada.

Es más, me preocupa que un terrorista armado con una pistola decida atentar contra la vida de un jeque en la ladera de un río vestido con unas bermudas talibanas y unos horribles y protuberantes calcetines urkelianos que emergen de unas botas de militar. Me preocupa que Ewan McGregor quiera ser el nuevo Indiana Jones. Ciertamente me preocupa que alguien quiera dar lógica al absurdo… aunque realmente “La pesca de salmón en Yemen” quiera hablarnos precisamente de eso.
Maldito Bastardo
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