Hemos visto la de-construcción del giallo de una forma autoral y de vertiginoso riesgo en “Amer”.

También hemos contemplado el homenaje a la Serie B mediante la re-construcción mimética en películas como “The Lost Skeleton of Cadavra” o el homenaje atemporal en “The Call of Cthulhu”.

E incluso hemos presenciado como la Serie B se miraba a sí misma en numerosas incursiones de La Troma con capacidad de auto-parodia de lo que una vez fue parodia.

Pero lo que ofrece “Tucker & Dale vs Evil” es un slasher tradicional con rednecks (tiene incluso su vertiente zombi en la infecta e inefable “Zombis Paletos”) y el cambio de punto de vista y roles: las víctimas se convierten en los villanos y los presuntos villanos en víctimas.
Existe un juego del absurdo e histeria injustificada, planificada desde la sobreactuación y la hipérbole, aunque la inspiración se encuentra en el lado gamberro de apoderarse del espíritu de “Braindead” o “Terroríficamente muertos” y llevarlo al slasher campestre. Tiene su encanto y momentos y se convierte en equivalente de lo que era “Zombies party” al slasher.
Aunque el único inconveniente que le encuentro a una película como “Tucker & Dale vs Evil” es que sigue demasiado el patrón de lo que quiere imitar para parodiar. Eso hace que carezca de cierto factor sorpresa, de que mate pero no remate.