Haz click aquí para copiar la URL
Estados Unidos Estados Unidos · Raccoon City
Voto de Maldito Bastardo:
1
Acción. Fantástico Nueva York, 1979. En un hospital de Manhattan acaba de nacer Christine, una niña preciosa. Ese mismo día, en el Vaticano, un joven sacerdote le comunica al Papa que esa niña lleva la marca del Anticristo. En 1999, Jericho Cane, un ex-policía amargado, salva a Christine del asalto de unos ladrones. Desde entonces Cane será víctima de la persecución de terribles fuerzas sobrenaturales. (FILMAFFINITY)
13 de abril de 2013
6 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Las niñas vienen con ©opyright demoníaco y tenemos hospitales públicos, privados y… ¿¡satanistas!?... que no satánicos, que ésos son los primeros. Estábamos al final del Siglo XX y Winona Ryder podía ganar un Oscar. Sí, era el fin de los días. Me encanta ver a actores como Gabriel Byrne en ese tipo de papeles… con los que uno puede pagarse un poco de Botox o hacerse el estiramiento facial gratis al ver proyectada su película en el pase de las celebrities. Después de hacer papeles de malo de Hollywood en películas comerciales es normal que acabase en una serie como… “En terapia” y volviera a ser internacionalmente reconocido, ganara un Globo de Oro y fuera nominado a un par de Emmys. Byrne preparó su formidable papel con películas como “El fin de los días”, donde su actuación consistía en tirarse (y revolcarse) por el suelo, tocar una teta, echar un kiki demoníaco con una madre y a su hija y dar un morreo poniendo cara de asesino. Sí, para acabar en terapia y con los bolsillos llenos de billetes.

Las Torres Gemelas seguían ahí porque todavía no había llegado el auténtico fin de los días y el diablo era tan malo que su origen era gaseoso: un pedo, claro. Los curas, tan ridículos como los de “Revenant”… En el género de acción son vagabundos, borrachos y francotiradores o las tres cosas a la vez, que pa’l caso es lo mismo. Los gatos siguen dando sustos y los clichés sobre el metro de Nueva York persisten. ¡Tan gaseosos como el diablo! Todo huele fatal, los vagones se mueven más que una atracción del parque de atracciones y están repletos de gente gris y sucia. ¡Eso sí que es satánico! Así es el mundo de los demonios: una revisión cutre de un clip de Chris Cunningham con Arnold Schwarzenegger de salvador universal. Si le hubieran ayudado un grupo de curas ninjas y unas monjas karatecas el engendro hubiera mejorado bastante…

Esta película plantea simplemente que si el Fin del Mundo hubiera sido democrático, hubiéramos elegido la destrucción de cabeza antes de que nos salvara el mismo tipo que ya salvó a Marte. ¡A nadie le gusta ser ‘la otra’!

En la película se plantea evitar el mal haciendo el mal y se habla mucho del ojo de Dios. Efectivamente el ojo de Dios engendró esta película… porque fue por donde la cagó.
Maldito Bastardo
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow