El cortometraje que no alcanza los 7 minutos nos muestra a través de dibujos una mirada de la vida moderna, sin necesidad de usar diálogos, da un mensaje claro. En el corto se presenta la cotidianidad de un hombre desde que se levanta, hasta que llega a su lugar de trabajo, muestra una serie de imágenes en donde la humanidad dedica su tiempo y su cuerpo a cumplir con los propósitos que tienen elementos que facilitan y acomodan nuestro día a día. Mostrando una perspectiva diferente con respecto al propósito del hombre, la dedicación de su tiempo y como solo es un elemento que permite desarrollar una realidad monótona y triste, ya que se evidencia una sociedad alienada en torno a su misión productiva, puesto que los personajes son carentes de toda expresión y gesticulación, son humanos sin vida, cumpliendo con propósitos que obedecen a estructurar un sistema de emplear a las personas a pesar del sufrimiento y desgano.
En la realización del cortometraje se hace uso de distintos planos, lo que da una perspectiva muy realista y personal en torno al personaje central de la animación, que a su vez es ambientada por los sonidos que proporcionan la vida diaria en la cuidad, a la cual nos vemos expuestos en un día a día, que permiten a quienes lo observamos analizar la dependencia por el dinero que tiene la sociedad moderna.