En la música y en el cine, como en la vida, todos tenemos nuestras preferencias. En mi caso los 70 y los 50 respectivamente son mis décadas favoritas (por supuesto sin ser excluyente y siempre con ánimo de englobar un conjunto de artistas que me llegan especialmente). Este maravilloso documental es una oda a la buena música, un canto al entendimiento entre la cultura blanca y la negra a través de la canción y un precioso homenaje a toda una generación de talentos que aún hoy esperan sucesor.

Scorsese, además de cinéfilo contumaz es un artesano con muy buen gusto. En 2 horas desfilan por la pantalla algunos de los iconos más importantes de los años 60 y 70, que supieron captar en su música influencias tan dispares como el country, el blues, el ragtime, el bluegrass o el jazz para crear el rock n' roll. Las canciones están unidas por una cojonuda pasta que forman todas las anécdotas del grupo The Band, tras 16 años de carrera musical y convivencia entre la miseria y los excesos, el anonimato y la fama.

Un último concierto emocionante que rebosa genialidad por todos sus poros. El misticismo de Neil Young y su "Helpless", la maravillosa unión de voces negras y blancas en "The weight" de los homenajeados The Band; la personal voz del "Coyote" de Joni Mitchell; el espeluznante duelo guitarrero de Clapton y Danko, la cristalina y bellísima voz de Emmylou Harris, el "Forever Young" de Dylan...Talento a raudales.

Un concierto para amar la música y para disfrutar del cine. La mejor película de Scorsese.