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Voto de Néstor Juez:
5
2016
5,9
28
Documental
En 1991, con solo diez años, Flavio Cabobianco publicó su libro Vengo del sol, que fue un best seller en Argentina. Veinte años después, decide reeditarlo y acepta la propuesta de filmar un documental sobre la historia de su familia. (FILMAFFINITY)
18 de mayo de 2017
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El viernes 5 de mayo asistimos a las 22:00 en la hermosa Sala Azcona de la Cineteca de Madrid a la segunda película de la sección oficial, la argentina Solar, dirigida por Manuel Abramovich. Una película ultra-humilde rodada en un periódo de tres años, que indaga en la Familia Cabobianco, y en particular en la extravagante figura de Flavio, y de cómo ha evolucionado tras el mediático caso de la publicación de un libro esotérico durante su tierna infancia y la marca que este hecho ha dejado en él y su hermano después de varias décadas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Un relato metanarrativo que al final no es tanto lo que quería contar al principio sino el angosto proceso de llevar a cabo esta película y las anomalías caóticas que se dan de la mano en el producto final. Una película cuyo propia dupla creadora de Manuel y Flavio definen como un collage de mierda. Definición que, sin intención de ofender, le viene como anillo al dedo. Uno, eso sí, no exento de interés textual. Devenido Flavio no sólo en protagonista sino en codirector y operador de cámara, se graba a sí mismo con una Gopro en pos de no perder la naturalidad, pero sin guía ni objetivo, dando lugar a ingentes cantidades de material de difícil conexión entre sí engarzadas en arduas sesiones de montaje de la mejor manera posible. El interés del filme radica en tanto contribuye a una desmitificación del proceso cinematográfico propio de esta era de democratización de la información, en la que el proceso se libra de ataduras y ortodoxias y se entrega a expresiones de creación y autoría que atrapen la entropía del proceder humano y de la aventura de plantear el rodaje de un documental sobre la marcha. A nivel audiovisual el filme se encuentra muy por debajo de los estándares habituales de calidad de la producción cinematográfico, pero ello adquiere sentido en un producto como este, que sin embargo no logra conjugar un guión interesante y rico más allá de meros anécdotas, hilado sin un ritmo alguno e incapaz de definir con claridad una atmósfera y tono específico. Un documental curioso en cuanto a su forma se refiere, pero poco más.