Y acto seguido se proyectó una de las películas que más anticipábamos de la Sección Oficial: la sueca Border/Gräns, debut del realizador de origen iraní Ali Abassi que se hizo con el premio a Mejor película de la sección Un certain regard del último Cannes. Tina tiene un físico particular, fruto de lo que parece una malformación congénita, que le margina desde niña. Posee el don de poder oler los sentimientos de la gente, muy útil en su trabajo en la aduana para detectar a aquellos pasajeros que intenten pasar objetos de contrabando. Lleva una vida sencilla, viviendo en el bosque con un novio pasivo y cuidando ocasionalmente de su anciano y enfermo padre. Un día conocerá a un hombre, Vore, igual que ella, en físico y poderes. Ambos estrecharán una apasionada relación, que le permitirá descubrir que su origen no es el que siempre había creído. Una entrañable y fascinante anomalía, un islote único en el cine de este curso. Un cuento de hadas que se erige como alegoría del racismo y del trato de marginación que se da a las etnias minoritarias, procurando mermar la especie con prácticas ilícitas. Criaturas mitológicas diseminadas y ocultas entre los humanos. Un relato mágico afrontado desde la perspectiva del cine de autor. Un romance de criaturas tan grotesco como emotivo y tierno, no exento de trazas de thriller y tragedias genealógicas e identarias de calado. Película pequeña y sencilla, pero de rica y definida diégesis. También de momentos narrativos confusos, y de amalgama de tonos y géneros algo deslabazada. Con todo, un filme fascinante, muy coherente consigo mismo.