El mensaje mítico y a veces frustrante al acabar la partida en un videojuego de sala recreativa ha sido y es siempre el mismo, “Insert Coin”. Es frustrante porque en ocasiones ya has gastado una gran suma de dinero y no terminas de avanzar o acabar dicho juego.

Esta peli es similar a un videojuego pero con alguna diferencia. La primera diferencia es nos embarcamos en una aventura pero no controlada por nosotros, sino por el incombustible Tom Cruise, y la segunda diferencia es que no resulta nada frustrante pagar por ver los progresos de William Cage en cada nuevo reinicio del juego, ya esta es una película entretenidísima que te hipnotiza hasta acabar.

Tom Cruise se supera en cada aparición, como personaje y como actor.
Como personaje porque en esta peli el protagonista es muy diferente a el de otras películas ya que parte como un cobarde que no quiere luchar pero que sin embargo va superándose a si mismo en las dotes de combate convirtiéndose como no podría ser de otra forma en héroe, y como actor se supera también porque Tom nos demuestra una vez más que es un actorazo, y esta vez lo hace adoptando un rol distinto al de otras pelis poniendo de manifiesto que se maneja muy bien en diferentes registros.

Quiero reivindicar desde aquí a Tom Cruise, quien lleva años demostrando al público vez tras vez que lo suyo es la búsqueda de la diversión pura y dura, lo que debería ser la premisa básica de todos en el cine. Lleva 30 años estando en el top del séptimo arte (¿único actor?) le pese a quien le pese, quitando la razón a aquellos que se meten con el injustamente, y reinventándose como nadie en cada producción, haciendo las delicias de la gente en cada nueva película.

Gracias Tom!!

GAME OVER.