Tenía muchas ganas de verla sólo porque el uno de los productores es Tim Burton. Lo que me tiraba para atrás fue la poca repercusión que tuvo y casi se ha quedado en el olvido.

Pero aún así la quería ver, total, no dura mucho tampoco.

Las cosas buenas de esta película es la imagen, aunque sí que tengo que decir, que de las cosas malas que tiene es que algunos fondos (muy pocos) están muy poco elaborados, recordando fondos de los dibujos típicos japoneses, con lo que no cuadra luego al ver los fondos típicos americanos más elaborados por ordenador.

La imaginación es magnífica y espectacular... el misterio de no saber que está pasando hasta que poco a poco te van aclarando los motivos y el porque de la historia. También gusta mucho en la época en la que teóricamente está contada, yo diría que es un pasado futurista, ya que se ve un coche de los años 50. Las máquinas también tienen un deje muy anticuado, pero con un poder muy futurista. No sé, esa mezcla rara me gusta.

Otra cosa que no me gustó es la trama: muy previsible y muy contado en miles de películas, con lo que ahí no te pilla. Pero aún el espíritu y la moraleja merece la pena.