Algo muy diferente de los bodrios a los que nos tienen acostumbrados.
Nos encontramos con una producción modesta pero realizada con ingenio y cariño.
La dirección es sencilla pero no vulgar; tiene momentos realmente hermosos e interesantes desde el punto de vista de la técnica y del lenguaje cinematográfico que emplea. Narra con mucho cuidado, con agilidad y dirige con acierto a los actores.
La historia es muy original y está desarrollada con dulzura e ingenio, aderezada con unos diálogos excelentes, de los que ya no se escuchan. La ficción, lo del fantasma, no es más que el motivo para un fuerte crítica social cargada de un ácido humor negro. Todo tiene un doble lenguaje y nada significa lo que parece. Es lo que le hace brillar.
Los actores están realmente bien, naturales y dotados de una gran expresividad; especialmente Stefania Tortorella.
Resumiendo: me ha encantado.