Un western con más o menos 85 minutos memorables, un western imponente que cabalgaba entre los senderos de la grandeza del más puro Far West pero que con un final francamente decepcionante se queda a las puertas de lo que estaba siendo una obra maestra.
El reparto es sobresaliente con un Liam Neeson más que convincente en su papel de buscador de venganza y un Pierce Brosnan que hace una interpretación excelente en la que borda su papel. Del resto del reparto también no desentona nadie excepto Wes Studi y Anjelica Huston (para mí si no salieran ninguno de los dos la película hubiera ganado muchos enteros).
Los paisajes son magníficos con preciosas montañas nevadas y demás. No es una película que necesite unos diálogos asombrosos y tiene el guión necesario como para llevar bien la trama con maestría y sin complicaciones. La acción está magníficamente llevada a cabo, francamente lograda y excelentemente hecha y la dirección de David Von Ancken es hasta el minuto 85 muy buena pero a partir de ahí ha sido un completo desastre por querer entrar en tantos vanguardismos y malabarismos que al final no conducen a nada y dejan a uno con la miel en los labios con lo que podía haber sido una auténtica obra maestra del western.
En resumidas cuentas un final muy decepcionante en la que con otro director a buen seguro hablaríamos de todo un peliculón en todo su metraje pero ahora solo hablamos de una gran película hasta que el calor del desierto nubla las ideas del film y desgraciadamente lo hace de manera más que notoria.
De todas maneras si quieren ver un western de verdad veanla y no estarán decepcionados lo más mínimo, por lo menos hasta llegar al tramo final ustedes ya sabrán a donde me refiero.
Un saludo.