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España España · Granada
Voto de Kikivall:
8
Drama Años cincuenta. Lorenzo es un estudiante salmantino que acaba de pasar un verano en Inglaterra, donde ha descubierto otras formas de vida y otros horizontes, además de conocer a Berta, hija de un exiliado, por la que se siente atraído. A su regreso, el ambiente tradicional de su familia, sus amigos y su novia le resultan agobiantes. Se agudizan sus inquietudes en cartas dirigidas a esa Berta que quedó en el extranjero... (FILMAFFINITY)
2 de mayo de 2019
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1961, como conclusión de sus estudios de cine, el Trabajo Fin de Carrera de Martín Patino fue la película “Tarde de domingo”, en la que una joven se queda sola en su casa de Madrid en una tarde dominical y observa los acontecimientos que se suceden en la plazuela frente a su balcón. Pero ya antes había realizado algún corto como “El noveno” (1960), retrato de un pueblo salmantino en fiestas. Después vendría, en 1962, “Torerillos”, sobre la vida y los sacrificios de los jóvenes maletillas; con esta cinta tuvo Patino sus primeros enfrentamientos con la censura.

Pero su primer e importante éxito le vino en 1966 con la película “Nueve cartas a Berta”, que obtuvo la Concha de Plata del Festival Internacional de Cine de San Sebastián, amén de tener un gran éxito de público. Es una película del "Nuevo Cine Español" que muestra el desencanto de cierta juventud provinciana de post-guerra entre los muros de Salamanca. Sus dudas e inquietudes, numerosas escenas cotidianas de la vida salmantina de la época extraordinariamente filmadas, cuando salir de España significaba una brisa de aire fresco. El protagonista es un estudiante que ha viajado y se ha dejado el corazón con Berta en Inglaterra.

La trama social de la película, en lo político, religioso y económico, es narrado de una forma novedosa, por capítulos, con numerosos momentos congelados y una voz en off que nos dice lo que piensa el protagonista. Fotografía en blanco y negro de las buenas de Luís Enrique Torán y presupuesto ínfimo.

Contemplada hoy, esta cinta expresa el mensaje desesperado desde un tiempo tan antiguo como propio. Una desesperanza triste y provinciana que encarna muy bien Emilio Gutiérrez Caba en el papel principal. En cierto modo esta desesperanza sigue siendo la de todos, grabada con silencios que traducen un tiempo de asfixia e impotencia… tal vez nuestros tiempos.

Inolvidable cinta que no ha perdido vigencia, un retrato de la época y de siempre, una obra poliédrica y de múltiples lecturas; también de variados potenciales finales entre los que destaca la claudicación. Lo que le falta de entereza al guión se traduce en libertad como película filmada. Sorprende que sorteara la censura.

Ópera prima de uno de los grandes directores españoles condenado injustamente al olvido. Mas no hay que olvidar que hace cuarenta años se hacían en España películas que, como esta, son más valientes, corajudas y novedosas que las de hoy día… ¡A ver si aprendemos de los viejos maestros!
Kikivall
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