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Voto de Kikivall:
6
5,5
9.112
Musical. Fantástico
Mary Poppins (Emily Blunt) es la niñera casi perfecta, con unas extraordinarias habilidades mágicas para convertir una tarea rutinaria en una aventura inolvidable y fantástica. Esta nueva secuela, vuelve para ayudar a la siguiente generación de la familia Banks a encontrar la alegría y la magia que faltan en sus vidas después de una trágica pérdida personal. La niñera viene acompañada de su amigo Jack (Lin-Manuel Miranda), un optimista ... [+]
23 de mayo de 2020
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Asombrosa secuela de Mary Poppins (Emily Blunt), que recrea casi a la perfección el espíritu de la original. Poppins sigue siendo la niñera perfecta, con habilidades mágicas y extraordinarias que hace que pueda convertir una tarea rutinaria en una aventura fantástica. En esta cinta la gran niñera vuelve para auxiliar a la siguiente generación de la familia Banks, con los niños ya adultos y con otros niños a quienes enseñar, tras una trágica pérdida personal que los ha sumido en una gran tristeza y la bancarrota. Poppins ayudará a que encuentren la alegría y la magia que falta en sus vidas. Viene acompañada la niñera de su amigo Jack (Lin-Manuel Miranda), un simpático farolero que sustituye al antiguo deshollinador, que ayuda a llevar luz y vida a las calles de Londres.
Tras más de medio siglo tras la Poppins original y con exacto tono y estilo formal, como si el tiempo y el cine se hubieran detenido, reaparece la niñera prodigiosa de la mano del experimentado director Rob Marshall, adobada esta vieja-nueva historia por temas candentes como los desmanes de los bancos y los desahucios, y las reivindicaciones feministas.
Las nuevas canciones de Marc Shaiman y Scott Wittman han avanzado poco y los números de baile, aunque más que aceptables, distan de la calidad musical, coreográfica, cinematográfica y de frescura de las representaciones del género de aquellos años sesenta.
En cuanto al reparto, Emily Blunt en su papel protagonista está perfecta en cuanto a presencia y actuación, pero en no alcanza la calidad vocal de Julie Andrews; y al reputado Lin-Manuel Miranda le pasa que tiene un rostro falto de carisma ante la cámara, aunque sus canciones están bien interpretadas.
En fin, en el marco de un Londres nostálgico y costumbrista de 1930, podemos disfrutar de unos escenarios con una admirable dirección artística propia de las superproducciones de Disney; y lo más divertido: las imágenes de dibujos animados. Y como en la primera entrega, lo esencial sigue siendo mirar el espíritu infantil y danzar alrededor de él, y celebrar el niño que todos llevamos dentro.
Tras más de medio siglo tras la Poppins original y con exacto tono y estilo formal, como si el tiempo y el cine se hubieran detenido, reaparece la niñera prodigiosa de la mano del experimentado director Rob Marshall, adobada esta vieja-nueva historia por temas candentes como los desmanes de los bancos y los desahucios, y las reivindicaciones feministas.
Las nuevas canciones de Marc Shaiman y Scott Wittman han avanzado poco y los números de baile, aunque más que aceptables, distan de la calidad musical, coreográfica, cinematográfica y de frescura de las representaciones del género de aquellos años sesenta.
En cuanto al reparto, Emily Blunt en su papel protagonista está perfecta en cuanto a presencia y actuación, pero en no alcanza la calidad vocal de Julie Andrews; y al reputado Lin-Manuel Miranda le pasa que tiene un rostro falto de carisma ante la cámara, aunque sus canciones están bien interpretadas.
En fin, en el marco de un Londres nostálgico y costumbrista de 1930, podemos disfrutar de unos escenarios con una admirable dirección artística propia de las superproducciones de Disney; y lo más divertido: las imágenes de dibujos animados. Y como en la primera entrega, lo esencial sigue siendo mirar el espíritu infantil y danzar alrededor de él, y celebrar el niño que todos llevamos dentro.