Al igual que hiciera durante años como guionista en Seinfeld, el singular Larry David consigue en esta serie alcanzar la perfección del humor políticamente incorrecto. Sin tabúes de ningún tipo y con un estilo de rodaje e interpretación tan fresco pero aún más natural que el de la mítica serie neoyorkina, Curb your enthusiasm ha conseguido a lo largo de 8 temporadas convertirse en una serie imprescindible.

Lo que empezó siendo en su primera temporada una especie de experimento-homenaje a Seinfeld, con cameos de algunos de sus personajes y continuas referencias en sus guiones, ha terminado derivando en una serie de valor propio, referencia del género, que hoy en día puede soportar cualquier comparación con su predecesora sin sonrojarse.

¡Que buenas son las series que no van de nada!.