Nos encontramos aquí con una de esas películas medievales que intenta mostrar a la Edad Media como lo que fue, una época oscura, sucia y cruel.

Templario trata un hecho histórico realmente importante en la historia de Inglaterra, el asedio de Rochester dentro de la Guerra de los Barones, y es ahí donde radica su fuerte, ya que la película es fiel a los hechos en su mayor parte.
Por desgracia una peli que se ajustara a lo que pasó probablemente vende poco, y he ahí donde introducimos a la clásica chica pelín fresca, que persigue a nuestro protagonista durante escenas y escenas para, forzadamente, darle a esta historia un cuento de amor casposo, trillado y muy tópico.
Y es una pena, porque realmente la película visualmente es lo más parecido a lo que, supongo, fue la Edad Media, tanto el vestuario como las localizaciones y escenario son impecables.

Pero no solo la lamentable historieta de amor lastran la película, el director decidió sacarse de la manga que el Rey Juan se alía con el jefe vikingo de "El guerrero número 13", algo totalmente innecesario, cuando podían haberse ajustado a lo que realmente pasó: el Rey Juan asedia el castillo con sus fuerzas cortando el camino a Londres (que estaba bajo el control de los barones) y así impidiendo que llegara ayuda a los rebeldes mientras los barones resisten en el castillo con sus 150 hombres.