El poder de la sugestión. No hay hormigas, pues invéntatelas. Es el cine de Hitchcock pero con menos pasta. Primero construyes una historia, romántica mayormente, que interese al espectador para que cuando vengan los bichos (pájaros, hormigas o su puta madre) te importe lo que les pase a los personajes, no piquen o muerdan a cachos de carne con ojos, te impliques, participes, sin eso no hay trama, tensión o como se llame, sin eso no tienes nada de nada.

Una provocación tras otra. "Compro" a una mujer para que para y me de hijos herederos de mi imperio selvático, una coneja, que me toque el piano y lo que haga falta; las feministas echando espuma por la boca. Tengo una plantación de cacao maravillao con indígenas de origen maya, grandes matemáticos, pero que parecen bultos sospechosos, semovientes, con los que me comunico a lo chita angagua, chita lumumba, yo Tarzán, tú hijoputa. ¿Racismo desacomplejado?. Para nada, los indios vinieron corriendo a mí, yo no les busqué. Los progres se me irritan. En las películas de Tarzán siempre la cagaban los negros por bobos, ¿por qué no un indito gordinflón?. El movimiento pro derechos humanos de los indígenas de la Amazonia poniendo querellas. "Inestrenable" hoy, cancelada en lenguaje cinéfilo-woke.

No hay hormigas, aparecen de vez en cuando, qué listo es el director (es la misma estrategia que Los pájaros perfeccionó), para recordarnos la amenaza tácita e implícita, me interesa que la mantengas en el subconsciente, y al final en un material que parece de archivo, y, con todo, funciona; hay "suspense" o tensión o como se llame, pero sin eso no tienes nada de nada.

Una obra de un hábil artesano que cuenta con el mejor Heston nunca visto y con una partenaire que no desentona, Eleanor Parker. Ellos solitos y un director que saca provecho de todo, hacen de ella una buena película, un clásico en su(s) géneros. La recordaba bastante peor, por lo que es una película que ha ganado con el tiempo, por lo menos en lo que a mí respecta. "Must see movie", pese a quién le pese.