Paso a enumerar los momentos que me han gustado.

1. Cuando Tosar decide salir por primera vez de permiso, va a la casa de su madre y en la tele están hablando de su asesinato, sin levantar la mirada del plato ni parar de masticar, con mucha brusquedad coge el mando, apaga la tele y lo vuelve a tirar donde estaba. Al principio, la caracterización de Tosar es la de un tipo rudo y primario, al contemplar como se le desencaja el rostro cada vez abre la boca para expresarse en forma de gruñidos y con esa mirada fija de perturbado, se tiene la sensación de que se pasa algo de rosca, pero no queda mal.

2. Cuando Portillo (agradable actriz, de dicción definida) afirma: "pero si Juan Mari se habría sentado a hablar con los que le mataron". Entrañable afirmación que deja clara la naturaleza compasiva y curiosa de aquel hombre.

3. Cuando la hija de Portillo la informa que no quiere ver al hombre que 'mató' a su padre y en respuesta a su madre, de si se enfadaría si ella va, le responde con un simple y sincero: 'Haz lo que quieras'. ¿Existe una manifestación de amor más grande?

4. Es interesante cuando Tosar dice que al principio en la cárcel se alegraba cada vez que ETA mataba a alguien porque necesitaba sentir que pertenecía a algún colectivo, ya que si estás encerrado y no perteneces a nada te vuelves loco. (Casi casi igual que en libertad, ¿no?)

Curioso me parece también la nula química que hay entre la madre de Tosar y este, no hay odio manifiesto, pero lo que es amor y ternura tampoco se respira demasiada. ¡Qué deprimente tiene que ser pasar tanto tiempo en la cárcel, salir y para eso!

Pero percibo que la película viene a ser una especie de panfleto, como que me quiere vender una postura, hacer que simpatice con un comportamiento. Lo digo porque no me creo mucho lo que me está contando (muy poca cosa por otro lado), lo noto todo teatral y escenificado, con grandes profesionales, eso sí. Hay cosas que se me escapan, como el que no haya NADA MÁS en la vida que recordar ese episodio, el resto de tu existencis tiene que estar condenado a eso. Pues vaya. Por otro lado, son valientes en el planteamiento pero a la vez no lo son, porque Tosar no mató directamente al tipo, pero se vende como que sí. ¿Y por qué no pusieron como que Tosar fuera el que apretó el gatillo? ¿Ahí ya predicar con el perdón sería demasiado transgresor y el público no lo aceptaría/entendería o cómo? Por otro lado me molesta el odio de la hija, sustentado totalmente en la inconsciencia más acérrima, siendo condenado el personaje a estar despojado de la capacidad de adoptar un juicio basado en la serenidad. El hecho de que los guionistas siempre pongan a la gente joven como subdesarrollados emocionales, con una capacidad de relativización, comprensión y asimilación completamente nula de las cosas, no ayuda ni queda bien, como a lo mejor se piensan (aunque bien pensado tiene su lógica, saben que los menores de treinta solo van a pagar una entrada de cine por ver una película relacionada con el Universo Marvel o alguna palomitera, así que no hay riesgo de quedar mal con ese sector de la población porque directamente no van a ver esta película -ni sabrán de su existencia-, ni es el público objetivo). A mi solo me deprime y pienso que no es real, son solo estereotipos falseados que son cómodos de utilizar por los magnates de la industria del cine para 'conmover' a la audiencia, una herramienta de manipulación, una tecla comodín que siempre poder tocar.