Parece que tarda en entrar en materia pues la trama requiere su tiempo para abrirse, pero no importa porque se sigue con interés. No diría que está a la altura de otras películas originarias de dicho país (impresión posiblemente reforzada por no haberla visualizado en VO) pero sin exagerados aspavientos ni en diálogos ni en las formas, dos características constantes por las que el thriller coreano sobresale, la película te va ganando, porque aún sin sacar toda la artillería los diálogos de esta película están por encima de la media. A lo que habría que sumar el juego de intereses tan interesante formado por los aspirantes al deseado puesto de sucesor de una firma de renombre con clandestinas ramificaciones criminales, con el veterano inspector de por medio, el infiltrado hastiado, que deriva en un desenlace realmente sorprendente.