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España España · Granada
Voto de Ygorla:
8
Comedia. Romance. Drama La historia comienza cuando un ejecutivo se lanza al río Han para suicidarse... e inesperadamente despierta en una isla desierta en medio del río, donde vive apartado de la civilización. Una joven, recluida en su habitación durante años, lo observa de lejos... (FILMAFFINITY)
11 de febrero de 2021
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Hacía mucho tiempo que una película me sorprendía y agradaba tanto. ‘Castaway on the Moon’ sorprende por su mordacidad escondida, por su calor humano casi sin tener presencia de estos y por un guion de una originalidad extraordinaria. Porque si, has visto películas de náufragos, pero esto es otro nivel. Es pasarse el juego añadiéndole temas tan complejos como el suicidio, el abandono social y la necesidad de encontrarse en paz con uno mismo lejos de las convenciones sociales.

La película se desarrolla durante casi dos horas, que por cierto, vuelan, y lo hace en dos localizaciones muy particulares. Una isla llena de basura en mitad del río Han y una habitación, dentro de un apartamento, la cual dista mucho de pasar por habitable para un amplio porcentaje de nosotros. Pueden no ser los sitios más atractivos del planeta, pero sí donde nuestros dos protagonistas encuentran un remanso de paz y seguridad.


El
El sobrenombre de nuestro protagonista bien podría ser ‘desesperación’. Jung Jae-young ha alcanzado su límite cuando lo conocemos. La única solución que ve a su imposible situación es la del suicidio, y ni eso es capaz de lograr. Los primeros minutos de metraje nos presentan a un hombre que clama al cielo, de forma totalmente silenciosa, por ayuda. Cuando despierta en la isla, intenta por todos los medios ser rescatado, y es entonces cuando las situaciones hilarantes comienzan y ríes a carcajada limpia, aun a sabiendas que nuestro protagonista está sufriendo.

La invisibilidad y el ostracismo han tomado su vida. Ha sido despedido, su novia lo ha dejado y nadie lo toma en serio. Las únicas llamadas que recibe son las del cobrador del frac y las de la compañía telefónica de turno vendiéndole una tarifa irresistible. Ésta bien podría ser la vida de una parte enorme de la población y ahí está la grandeza de la idea que plasma y del juego del guion, que nos presenta una vida corriente que sufre un giro inesperado.


Con una interpretación sobresaliente, Jung Jae-young, nos lleva por todos los estadios y aprendizajes emocionales que pueden sacarse a ‘quedar varado’ en una isla desierta rodeado de civilización. Hay en él algo de locura transitoria que se mezcla con un despertar o renacer al encontrarte a ti mismo en la supervivencia más básica e instintiva. Es una persona que encuentra la felicidad al perderlo todo menos la vida. Solo necesita una isla desierta y quedar aislado de toda tecnología para darse cuenta del verdadero sentido de la vida.

Entramos así de lleno en un mundo que cuestiona el sistema político, económico y social en el que nos encontramos imbuidos, y sin quererlo nos cuestionamos si nosotros también seríamos felices con tan poco. ¿Encontraríamos propósito y una vida plena alejado de todo y todos? ¿Nos volveríamos locos intentando volver a nuestra, a veces, infeliz realidad o sucumbiríamos a la situación y nos dejaríamos llevar?

Son tantas las respuestas posibles que la cinta podría haber sido muy diferente desde su base, pero acaba escogiendo justo las emociones y situaciones perfectas para calar en el espectador, y aunque algo escatológica de cuando en cuando, es siempre inteligente, divertida y muy irónica.

Ella

Nada sería sin Jung Ryu Won y su perfecta transformación para este largometraje. La joven a la que da vida, vive sin vivir. Su vida es una segura monotonía con la que intentar escapar de un mundo cruel en el que no encuentra seguridad o aliciente alguno. Solo necesita su cámara, su podómetro y latas de maíz para sobrevivir el tiempo que sea necesario aislada de todo y todos.

En ella encontramos una transformación brutal. El sentido de aventura crece rápidamente en ella cuando descubre a ese ser extraño que habita una isla frente a su ventana. Esa compañía que no buscaba y que queda totalmente lejana y por lo tanto es segura, será lo que sacuda todo su mundo, su rutina.

La necesidad imperiosa de comunicarse con ese ser que capta su atención la hará modificar su comportamiento y forma de sentir. Pronto, ese ser que había olvidado el sentido tras las palabras ‘ser social’, hará todo lo posible por formar parte de la vida de Jung Jae-young. Y así se introducirá de forma lenta, pero inexorable, el cambio de registro en ‘Castaway on the Moon’, haciendo madurar la trama, dejándonos no solo con una comedia negra sino con un romance de esos extraños que tanto calan en nosotros.

Glutamato monosódico

Si debiéramos mencionar uno de esos aciertos, esa genialidad, que hacen de una película, una memorable, en ‘Castaway on the Moon’, sería la incorporación en la trama de un elemento que todos pasamos por alto y que damos por sentado como algo banal e incluso bastante ‘pobre’. Si, hablamos del ramen de bolsa, ese que viene cargado de doscientas mil calorías vacías que no aporta gran cosa nutricionalmente, pero que ansiamos comer de cuando en cuando (bendito/maldito glutamato monosódico).

Llegará un momento en que algo tan trivial pase a ocupar toda tu atención, tal y como le ocurrirá al personaje protagonista y entonces te darás cuenta de que son las pequeñas cosas las que conforman la alegría de nuestra existencia. Ahora solo queda encontrar con quien compartirlo una vez salgamos de nuestra particular isla.
Ygorla
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