Sokurov, más que cineasta, es autor de obras audiovisuales que, por su propia naturaleza, tienen poca repercusión en el público en general. Intenta comunicar a través de metáforas y otros instrumentos artísticos creados a base de imágenes como pilar fundamental; en planos inferiores quedan la historia, los personajes, etc.

Este experimento fílmico se aparta bastante de lo reseñado. Casi se podría llamar película sin ninguna connotación. Y una buena película, aunque con matices.

¿Cuáles? Creo que para poder apreciarla, es necesario conocer la historia personal de Hitler, y no de forma superficial, además. ¿Por qué? Porque la película capta de forma muy sutil -y lo muestra de forma cómica- el ambiente en la residencia alpina de Hitler, Berchtesgaden, en el Obersalzberg de los alpes bávaros, los caracteres de los personajes, la esencia de la vida en aquel rincón donde se labró buena parte del destino del mundo a lo largo de varios años.
El grotesco sentido del humor del que está impregnado el film puede contribuir a derribar los personajes, que aparecen poco más que como "payasos" (hecho esto a propósito, claro está), si no se les conoce bien. Si juntamos la caída de los persojaes a la personalísima puesta en escena de Sokurov, se podría hablar de un film o fallido o demasiado oscuro, dependiendo del humor del espectador.

De ahí que sea necesario conocer de antemano la historia -y tener interés en ella, claro-. Si no es el caso, no recomendaría la visualización, ya que podría parecer aburrida y sin sentido.
Para finalizar, yo la calificaría como una película de reafirmación, como una visión artístico-cómica destinada a personas predispuestas. Los que lo estén, disfrutarán.