Interesante remake con idea original de George A. Romero, rodado por Tom Savini, en una nueva versión de los zombis de siempre, pero con un caminar mas cansado y lento de lo normal.
A diferencia de filmes como: "28 días después" donde los zombis alcanzaban velocidades vertiginosas, de las que ni Usain Bolt podría escapar, o el ritmo animado que llevan los caminantes de series de tv como: "The Walking Dead", en esta ocasión nos encontramos con el lento caminar de unos seres que vagan sin descanso en busca del humano mas vital.
Los propios protagonistas del film bromean con la posibilidad de escapar de la casa en la que se encuentran refugiados, ante el excesivo adormecimiento de unos seres, que sin ser especialmente terroríficos, en cuanto a maquillaje, si que generan una sensación de intranquilidad en el espectador, que observa entre interesado e intrigado lo que sucede en la solitaria casa abandonada, mientras los supervivientes contemplan aterrados, tras los cristales, el lento avance de cientos de zombis, atraídos por los ruidos de clavos y gritos procedentes del interior de la casa.

La película pierde un poco de encanto, ante las escenas iniciales, donde vemos en un cementerio, a plena luz de un día soleado, el ataque de un zombi, para dar comienzo a una historia donde los muertos vivientes sin ser especímenes de serie Z, sacados de la mente friki de un director aficionado, resultan algo lentos para el desarrollo de la acción.
En cualquier caso, es una película que merece la pena ver, si lo tuyo son los zombis de las películas viejas, mezclado con ese ambiente de muerto viviente a lo George A. Romero.