La historia de Nathan (Larry David) es la vida de un tipo excéntrico, un inconformista, un ser sin pelos en la lengua, que se atreve a decir lo que la mayoría piensa, pero nunca dice, aportando un sentido del humor, que por lo absurdo de sus acciones, es capaz de arrancarte una carcajada sincera y espontánea. Ése es Nathan, en la piel de un Larry David, que realmente borda su interpretación cuando muestra esa sonrisa socarrona, diciendo: te mosqueas, pero sabes que tengo razón, así que ¡jódete!.

Llevado por innumerables excentricidades y manías, la particular vida de Nathan da un vuelco radical de 360 grados, nada mas escuchar el nombre del nuevo coche eléctrico: Howard. Poco importan ya las explicaciones que da su jefe sobre los datos técnicos del coche, el impacto ambiental beneficioso que va a tener... porque en la mente de Nathan se ha colado un Howard al que tiene que exterminar. Pero Howard se queda y Nathan se va de la empresa, porque su jefe está harto de sus excentricidades. Así que Howard y su jefe ganan y Nathan pierde, pero pierde a lo grande, nada mas y nada menos que la jugosa cantidad de 1000 millones de dolares; que viene a ser su parte de las acciones de la empresa. Por lo que, historia borrada y a no tratar de mirar de frente que viene un coche Howard... Y es que a veces, ser tan tiquismiquis tiene sus inconvenientes y en Clear History lo sacan a relucir de forma magistral.

Una película divertida que te arrancará mas de una sonrisa.