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Voto de Ferdydurke:
4
6,1
18.254
Drama
Narra la historia de Margaret y Walter Keane. En los años 50 y 60 del siglo pasado, tuvieron un éxito enorme los cuadros que representaban niños de grandes ojos. La autora era Margaret, pero los firmaba Walter, su marido, porque, al parecer, él era muy hábil para el marketing. (FILMAFFINITY)
17 de enero de 2015
28 de 43 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante, pero demasiado contradictoria y tramposa.
Se alimenta de facciones en lucha: el Arte o el Dinero, la sinceridad del artista o las mentiras del vendedor, ¿el bien y el mal?... Amy, Margaret, es la (infinitamente) buena, Christoph, Walter, el (terroríficamente) malo. Ella crea con pasión y hermosura, él es un parásito que vive a su costa; de su trabajo, honestidad, sencillez..., en fin, de su humildad de niña tímida y asustada. O quizás no. Quizás ella sea una pobre mujer que abandona a su marido, tiene una niña pequeña, un trabajo penoso y un montón de cuadros que no interesa a nadie y que casi tiene que regalar. Hasta que llega un hombre que la saca de la "miseria" y el anonimato y, gracias a todas sus (malas) artes, empeños y embustes, la convierte en multimillonaria y archifamosa. Porque vamos a ver, ¿es lícito, honrado, coherente o aceptable vender tu alma al diablo con el fin de montarte en el dólar y vivir como una reina para que, luego, cuando el puñetero venga a reclamarte la deuda, te hagas la despistada, la ofendida o la inocente, es que yo no sabía nada, cuánta inesperada sorpresa, no me había dado cuenta de que mentías, de que no pintabas, de que no... ?, ¿pero cómo iba yo a imaginarme, con lo ingenua y bien pensada que soy, que el maligno era tan tramposo y torticero, imposible? ¿Es verosímil o aceptable tanta ignorancia, asumir lo bueno del engaño, sacarle todo el beneficio, y renegar después de lo malo con tanta soltura y desparpajo?
Bueno, durante la primera parte se ve bien por el tono de comedia, de parodia, de amable cachondeo sobre el muy ¿mal gusto? de la gente, sobre cómo, muchas veces, es incompatible crear con vender, sobre las modas y la estupidez general, sobre el Kitsch, el infantilismo y el pop, la producción en serie y el mercantilismo más bobo, sobre.., pero cuando se plantea la verdadera lucha de poder y la película es tan partidaria de ella, tan maniquea, simplista y olvida todo lo que había mostrado antes para derivar hacia una elegía roma, un cantar de santa que carga y cansa, se elimina la posibilidad de haber hablado con fundamento y sustancia del porqué triunfaron tanto esas niñas "zombis" tan tristes, del entorno, la época y la verdad de las cosas, siempre tan huidiza y poco complaciente.
Se alimenta de facciones en lucha: el Arte o el Dinero, la sinceridad del artista o las mentiras del vendedor, ¿el bien y el mal?... Amy, Margaret, es la (infinitamente) buena, Christoph, Walter, el (terroríficamente) malo. Ella crea con pasión y hermosura, él es un parásito que vive a su costa; de su trabajo, honestidad, sencillez..., en fin, de su humildad de niña tímida y asustada. O quizás no. Quizás ella sea una pobre mujer que abandona a su marido, tiene una niña pequeña, un trabajo penoso y un montón de cuadros que no interesa a nadie y que casi tiene que regalar. Hasta que llega un hombre que la saca de la "miseria" y el anonimato y, gracias a todas sus (malas) artes, empeños y embustes, la convierte en multimillonaria y archifamosa. Porque vamos a ver, ¿es lícito, honrado, coherente o aceptable vender tu alma al diablo con el fin de montarte en el dólar y vivir como una reina para que, luego, cuando el puñetero venga a reclamarte la deuda, te hagas la despistada, la ofendida o la inocente, es que yo no sabía nada, cuánta inesperada sorpresa, no me había dado cuenta de que mentías, de que no pintabas, de que no... ?, ¿pero cómo iba yo a imaginarme, con lo ingenua y bien pensada que soy, que el maligno era tan tramposo y torticero, imposible? ¿Es verosímil o aceptable tanta ignorancia, asumir lo bueno del engaño, sacarle todo el beneficio, y renegar después de lo malo con tanta soltura y desparpajo?
Bueno, durante la primera parte se ve bien por el tono de comedia, de parodia, de amable cachondeo sobre el muy ¿mal gusto? de la gente, sobre cómo, muchas veces, es incompatible crear con vender, sobre las modas y la estupidez general, sobre el Kitsch, el infantilismo y el pop, la producción en serie y el mercantilismo más bobo, sobre.., pero cuando se plantea la verdadera lucha de poder y la película es tan partidaria de ella, tan maniquea, simplista y olvida todo lo que había mostrado antes para derivar hacia una elegía roma, un cantar de santa que carga y cansa, se elimina la posibilidad de haber hablado con fundamento y sustancia del porqué triunfaron tanto esas niñas "zombis" tan tristes, del entorno, la época y la verdad de las cosas, siempre tan huidiza y poco complaciente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
La pobre sale huyendo del malvado y se va a sufrir penalidades a la horrorosa... Hawái, claro que sí, el truhan la dejó sin nada, la esclavizó tanto que casi la mata, necesita ahora una merecida y bien ganada recompensa. Y, remate final, aparece Dios y ya, sí que sí, la razón está de su parte, todo vale con un aliado de tal magnitud, el de arriba ha elegido bien a su pupila.
El juicio tiene gracia por las bufonadas de él, pero lo de las miraditas madre-hija es...
El bellaco acaba solo y humillado. La víctima, convertida en luminosa religiosa, rica y maravillosa, tres en uno. Eso es, todo en orden. Los espectadores nos vamos complacidos y el Arte permanece en su sitio, a salvo muy seguro.
El juicio tiene gracia por las bufonadas de él, pero lo de las miraditas madre-hija es...
El bellaco acaba solo y humillado. La víctima, convertida en luminosa religiosa, rica y maravillosa, tres en uno. Eso es, todo en orden. Los espectadores nos vamos complacidos y el Arte permanece en su sitio, a salvo muy seguro.